Los empleadores que patrocinan los visados de trabajadores extranjeros deberán pagar hasta 5,000 dólares de impuestos a partir de la próxima semana.
La medida, anunciada por primera vez en el presupuesto de 2017 por el Tesorero Scott Morrison, fue aprobada por el Parlamento en mayo de 2018 y se espera que genere 1,2 mil millones de dólares adicionales en los próximos cuatro años para el programa "Skilling Australia Fund" (SAF).
A partir del 12 de agosto de 2018 todas las empresas australianas, incluidas las universidades, que presentan una nueva solicitud de nominación en virtud del Programa de Nominación Temporal (TSS), Plan de Nominación para Empleadores (ENS) o Programa de Migración Patrocinada Regional (RSMS), deberán pagar el impuesto denominado SAF LEVY que varía según sus actividades.
Las pequeñas empresas con un volumen de negocios de menos de 10 millones de dólares tendrán que pagar un impuesto anual de 1,200 dólares para patrocinar la visa temporal de un trabajador extranjero y un cargo único de 3,000 dólares por una visa permanente.
Para medianas y grandes empresas (con una facturación de más de 10 millones de dólares), la tasa es de 1,800 dólares por año y un impuesto único de 5,000 dólares para una visa temporal y una visa permanente, respectivamente.
Las únicas exenciones aplican a Ministros de Religión y Asistentes Religiosos patrocinados por los programas laborales de visa TSS y ENS.
El impuesto SAF tendrá que ser pagado en su totalidad en el momento en que un empleador nomine al trabajador.
"Anteriormente, todos los empleadores tenían que cumplir ciertas obligaciones relacionadas con la capacitación para cada uno de sus empleados. Se podía hacer a través de cursos de capacitación y otros medios, mientras que ahora solo se requiere un pago inicial", dijo el agente de migración Alberto Fascetti a SBS Italian.
"Ciertamente parece más caro y podría ser percibido como una perdida de incentivos para las empresas que buscan emplear personal del extranjero. Pero la otra cara de la moneda es que un pago inicial simplifica y aclara el proceso burocrático para los empleadores", agregó Fascetti.
El nuevo acuerdo reemplaza el sistema que exigía a los empleadores de trabajadores extranjeros que contribuyeran con el 1 o 2 por ciento de su nómina de sueldos a programas de capacitación, un requisito que según el Tesorero Morrison, era demasiado difícil de controlar.
Cuando se anunció la medida, el gobierno quería que el impuesto SAF entrara en vigor en marzo de este año. Sin embargo, la legislación fue aprobada el 9 de mayo de 2018.
Fascetti dijo que simplificará el proceso y minimizará el indice de rechazo de las solicitudes porque disminuirá los problemas de requisitos y documentación vinculados con la capacitación.
"En el pasado, muchas solicitudes fueron rechazadas por falta de documentos o errores de cálculo en nombre de los solicitantes. Ahora los pagos iniciales eliminarán este riesgo", dijo Fascetti.
Se puede obtener más información sobre el nuevo gravamen, incluidas las tarifas que se cobrarán en el sitio del Departamento.
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