"Nació dormido, pero soñando": la dolorosa historia de una madre colombiana en Australia cuyo niño nació muerto

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"Nació dormido, pero soñando": la dolorosa historia de la madre colombiana Heidy Pérez y el australiano Robert Yeomans cuyo niño nació muerto.

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Cuando el corazón del bebé de Heidy Pérez dejó de latir en la semana 31 de su embarazo el mundo de esta madre colombiana y su marido australiano, Robert Yeomans, se le vino abajo. Ambos vivieron un duelo desgarrador y recién ahora Heidy se siente con la fortaleza de compartir la historia para honrar la memoria y nombre de su bebé, Thiago Sebastián, y ayudar a personas que están pasando por experiencias similares.


ADVERTENCIA: Este artículo y podcast profundizan en aspectos de la muerte de un bebé en el embarazo, muerte fetal y muerte súbita infantil que pueden resultar angustiantes.

Heidy Pérez estaba llevando un embarazo relativamente normal. Radicada en Australia, ella acudía a sus controles médicos puntualmente. No fue sino hasta el séptimo mes que los médicos le detectaron niveles muy bajos de una proteína esencial, por lo que tuvo que ser hospitalizada.

Tras varias semanas internada en el hospital para mantenerla bajo observación, a Heidy le dieron la opción de volver a casa si lo deseaba. Ella aceptó, pues se sentía muy ansiosa y vulnerable en el hospital, lejos de su marido y de la seguridad de su hogar.

A los pocos días, el 4 de septiembre de 2022, cuando su embarazo había alcanzado las 31 semanas, el corazón del pequeño Thiago Sebastián repentinamente dejó de latir.

Al conocer la noticia, Heidy se sometió a una cesaría que la obligó a permanecer en el hospital por varios días. Durante ese periodo, estuvo acompañada por Robert, quien, a pesar de su propia agonía, la cuidó con amor y delicadeza, y juntos enfrentaron el proceso para el que nadie está preparado.

“[La presencia de Robert] en ese momento acompañándome, suministrándome los medicamentos, ayudándome, fue muy importante. En el hospital también nos brindaron algunas sesiones de hipnoterapia”, explica Heidy a SBS Spanish.

Pero quizá lo más significativo para ambos padres, fueron esos cinco días que compartieron con el pequeño Thiago, en sus brazos, “dormido, pero soñando”.

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Heidy y Robert
En el hospital les proporcionaron un espacio para que ambos pudieran conocer al bebé y pasar unos días con él.

“A simple vista puede parecer muy pesado tener tu bebé en tus brazo y saber que no está vivo. Pero para nosotros fue un gran aliento, porque pudimos verlo, conocerlo, pudimos nombrarlo y despedirnos en familia. Digamos que el gesto del hospital de dejarnos estar con nuestro bebé y compartir, incluso ofreciéndonos la posibilidad de salir con nuestro bebé a la calle, fue para nosotros muy importante”, señala Heidy.

“Nació dormido, pero soñando”

Heidy y su esposo Robert han logrado llevar su duelo con amor y respeto mutuo. Aunque las lágrimas siempre han estado presentes, ambos han tratado de resignificar esta pérdida. Robert lo ha hecho a través del arte, componiendo una melodía instrumental que cuenta la historia de Thiago.

“Mi esposo es una persona que no se expresa mucho con palabras, pero desde el primer día que llegamos a casa, sin nuestro hijo, él empezó a tocar el piano. En las madrugadas, cuando no podía dormir tocaba hasta que encontraba esa nota que le hacía expresar lo que estaba sintiendo”.

Tras seis meses de buscar la canción que contara la historia de Thiago, Robert terminó su composición titulada Born asleep but dreaming (Nació dormido, pero soñando), una alegoría musical de 28 minutos, que interpreta el sueño de ser padre, el embarazo de Heidy y la pérdida.
Esa canción ha sido como la manera de lidiar con su duelo. Y creo que nos ayuda un montón, porque cada vez que él toca yo siento que estamos honrando la vida de nuestro hijo de una manera muy especial y que siempre va a estar con nosotros a través de esa melodía.
Heidy Pérez, madre de Thiago.
Heidy cuenta que empezó a tejer crochet a manera de terapia.

“[Esa actividad] me llena la mente de paz y cuando pensaba en mi hijo, ya no lo hacía con ese dolor de ausencia, sino con nostalgia de saber que él había pasado por mi vida y había sido una historia muy bonita y que lo quería recordar con amor”.
Heidy, junto a su esposo Robert, en compañía de Thiago.
Heidy, junto a su esposo Robert, en compañía de Thiago. Credit: Supplied

“Honrar la vida de nuestro bebé con nuestra vida misma”

Hablar de la muerte de un bebé puede involucrar una conversación increíblemente difícil. Pero la realidad es que muchos padres quieren hablar de sus bebés, porque existieron, fueron deseados y amados y los padres necesitan honrar y reconocer la existencia de sus bebés.

“Nosotros nos dimos cuenta que no podíamos dejar que nos doliera ese futuro que no llegó, sino más bien recordar a nuestro bebé [que estuvo con nosotros] esas 31 semanas que fuimos felices. Digamos que eso nos colocó en el presente, en lo que sí ocurrió, en lo que sí sentimos”.

Si bien la muerte del pequeño ha dejado un terrible vacío en ambos, Heidy ha decidido honrar la memoria de su hijo hablando de lo que ocurrió para dar paso a la aceptación de la tragedia.

Muerte perinatal, una tragedia que afecta a muchas familias en Australia

De acuerdo con cifras del , cada año alrededor de 100.000 familias pierden sus bebes debido a un aborto espontáneo, lo cual puede ocurrir antes de la semana 20 del embarazo.

A estas familias se suman aproximadamente otras 3.000, quienes sufren la pérdida desgarradora de un bebé debido a la muerte fetal o intrauterina, que ocurre en el útero materno, después de la semana 20 de gestación o durante el parto.

Otra categoría en la que se clasifican las muertes de bebés es la muerte neonatal, que es la que se produce entre el momento del alumbramiento entero de un bebé vivo y un máximo de 28 días después del parto.
La muerte perinatal abarca la muerte intrauterina y la neonatal. . De estas muertes, poco más del 75 por ciento fueron muertes intrauterinas (2,273) y poco menos del 25 por ciento (731) fueron muertes neonatales.

La tasa de muertes intrauterinas en Australia se ha mantenido entre 7 y 8 muertes por cada 1.000 nacimientos entre 2003 y 2020, lo que revela que no son pocas las familias en este país las que atraviesan por este dolor.
En nuestra sociedad occidental no tenemos todavía las herramientas o la educación para saber cómo manejar los sentimientos o las experiencias dolorosas. De modo que lo que hacemos muchas veces es tratar de esconderlos o pretender que no están ahí. Es por eso es que se habla tan poco de este tema.
Psicóloga Adriana Zapata-Delgado
Sin embargo, estas pérdidas devastadoras a menudo son seguidas por un silencio absoluto por parte de los amigos, colegas y hasta los parientes cercanos de la familia.

Adriana Zapata-Delgado, psicóloga de la , una organización que apoya el bienestar emocional de los futuros y nuevos padres, afirma que desafortunadamente la muerte de un bebé sigue siendo un tema tabú.

“Sin embargo, el no hablar incrementa aún más el estigma y la dificultad para que las personas se expresen”, señala la experta en entrevista con SBS Spanish.

"La muerte de un bebé es un duelo de sueños, más que un duelo de recuerdos"

Son varios los desafíos que se presentan después de la pérdida de un bebé.

A diferencia de otras muertes donde la persona vivió algunos meses o años, donde se crearon recuerdos y se compartieron momentos, en este caso eso no sucedió.
Es un duelo de sueños, no tanto un duelo de recuerdos. El llegar a la casa sin el bebé. También la recuperación física después del embarazo, sin tener el bebé o la bebé, se hace más dolorosa.
Adriana Zapata-Delgado, terapeuta de la Fundación Gidget.
La especialista señala que esta situación es aún más difícil para las mujeres inmigrantes, ya que la falta de la familia o de amistades cercanas, así como el dominio limitado del idioma inglés, pueden agravar el proceso y crear barreras que impiden el acceso a la información y servicios de apoyo disponibles en Australia para lidiar con esta pérdida.
Tanto Heidy Pérez, como la terapeuta Adriana Zapata-Delgado, coinciden en que si bien es algo muy difícil, hablar de la muerte de un bebé puede ayudar en el proceso de duelo. Crear un espacio para sobrellevar el duelo y trauma es fundamental para la aceptación de la ausencia.

“Yo por ejemplo me sentí muy sola al principio y dije, es que esto no le pasa a nadie, porque no le ha pasado a nadie en mi familia, ni a mis amigos. Pero cuando yo hablé, ahí empezaron a salir muchos casos diciéndome: ‘yo pasé por lo mismo, pero nunca dije nada”.

“Cuando perdimos a Thiago nosotros quedamos nublados, no teníamos idea de qué hacer. Los papás de mi esposo fueron los que organizaron el velorio y entierro del bebé. El hospital nos dio algunos consejos sobre cómo solicitar el subsidio que otorga Centrelink para bebés nacidos de esta manera… ellos nos fueron guiando con diferentes organizaciones a través de los trabajadores sociales del hospital”, comenta Heidy.
Thiago Sebastian Yeomans
Thiago Sebastian Yeomans. Credit: Supplied

Apoyo a las madres y padres que pierden a su bebé

La piscóloga Adriana Zapata-Delgado explica que cuando ocurre una muerte perinatal, los hospitales en Australia permiten a las parejas pasar un tiempo con el bebé para que los padres tengan oportunidad de conocerlo y despedirse, si así lo desean.

La terapeuta comenta que también existen organizaciones como , que se dedica especialmente a apoyar a las parejas que han tenido una muerte perinatal.

“Y también organizaciones como , donde la personas individualmente o en pareja, pueden solicitar apoyo. Para esto solamente necesitan una referencia de un médico general. Estamos en todo Australia y también pueden acceder al apoyo a través de tele consultas”, señala.
A estas ayudas se suma la organización (Perinatal Anxiety & Depression Australia), que apoya la salud mental de los padres y las familias durante el embarazo y el primer año de paternidad.

Desde sus perspectivas, una como terapeuta y la otra como madre, ambas mujeres ofrecen los siguientes consejos básicos para enfrentar una muerte perinatal. 
  • Escuchar las necesidades propias. Darse un tiempo para asimilar lo que está pasando y conversarlo con la pareja, si es que la hay. Además, es importante trasmitir esas necesidades a los cuidadores o personas más cercanas.
  • Buscar ayuda profesional. Ya sea dentro del mismo hospital, con los trabajadores sociales, o contactando a alguna organización que ofrezca ayuda a los padres para lidiar con una muerte perinatal y comenzar una terapia de duelo.
  • Contar tu historia. Contar lo que ocurrió es una manera de entenderlo y aceptarlo. Se puede compartir la historia en terapia o en conversaciones con familiares o amigos cercanos, hacer el recuento de las emociones ayuda a confirmar la existencia de ese pequeño en la vida de la familia, a darle un lugar, a nombrarlo y a, poco, poco aceptar lo que pasó.
  • Buscar algo que brinda paz. Explorar las emociones a través del arte o crear un espacio íntimo que brinde paz y tranquilidad.
Si estás lidiando con el duelo de una muerte perinatal o conoces a alguien que esté pasando por este trauma, o si esta historia te ha causado estrés o te ha hecho revivir memorias traumáticas, puedes contactar a las siguientes organizaciones para solicitar ayuda:

Escucha la historia completa de Heidy Pérez, pulsanado la flecha en el botón de reproducción, debajo del titular de este artículo.


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