La Administración de Productos Terapéuticos de Australia (TGA, siglas en inglés), aprobó el lunes el uso de la vacuna Pfizer para personas mayores de 16 años, después de confirmar que el fármaco cumple con estrictos estándares de seguridad, calidad y eficacia.
Para esta vacuna, se requerirán dos dosis con al menos 21 días de diferencia.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, señaló que no se trataba de una aprobación de emergencia, como había sido el caso en otras partes del mundo.
Esta es una aprobación formal bajo los procesos ordinarios de la TGA y somos uno de los primeros países en un puñado de países en haber pasado por ese proceso completo de aprobación de esa vacuna.
“El trabajo de evaluación continuará, se ha valorado a la vacuna AstraZeneca en paralelo. Es un trabajo meticuloso, pero también oportuno”, apuntó.
El gobierno también anunció que el comienzo programa de vacunación se retrasaría para finales de febrero, o incluso hasta principios de marzo, dependiendo de los problemas que se presenten en la cadena de suministro.
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La meta inicial es vacunar a cuatro millones de personas. Para ello, se administrarán unas 80.000 dosis por semana durante la fase inicial, aunque el ministro de Salud, Greg Hunt, ha dicho que este número podría ser incluso mayor.
Hunt aclaró que la tasa de vacunación aumentará a aproximadamente un millón de dosis por semana, una vez que la vacuna AstraZeneca pueda fabricarse en Australia juntamente con CSL.
Asimismo, evaluó la decisión de Australia de fabricar la vacuna en casa como “acertada”, ya que coloca al en una posición de ventaje respecto a otros países del mundo.
"La decisión de pagar una prima por una capacidad de fabricación de vacunas segura y en nuestro país, a través de CSL, posiciona a Australia en un lugar privilegiado en el mundo. De todas las decisiones que he tomado, reflexiono sobre ésta, que fue difícil y desafiante en su momento. Tuvimos que trabajar muy duro para tener esa capacidad de fabricación de vacunas aquí, pero CSL y AstraZeneca también han hecho su parte del trabajo," dijo Hunt.
Sin embargo, hay quienes están aún preocupados por la vacuna Pfizer, tras la muerte de varias personas mayores muy frágiles en Noruega, después de que se les administrara la vacuna.
En ese sentido, el director médico de Australia, Brendan Murphy, dice que el gobierno está observando de cerca lo que ha ocurrido.
¿Cómo será en plan de vacunación?
El lanzamiento de la vacuna se realizará en cinco etapas prioritarias.
El primer grupo estará conformado por los trabajadores fronterizos y de cuarentena de Australia, residentes de hogares de ancianos y discapacitados, junto al personal de atención, además de quienes trabajen en lugares de atención médica de primera línea.
Los siguientes serán personas mayores de 70 años, otros trabajadores de la salud, Aborígenes e Isleños del Estrecho de Torres mayores de 55 años, adultos más jóvenes con afecciones médicas o discapacidades subyacentes, y trabajadores críticos y de alto riesgo, como los de servicios de emergencia.
El tercer grupo incluirá adultos de 50 a 69 años, todos los adultos Aborígenes e Isleños del Estrecho de Torres, y otros trabajadores críticos de alto riesgo.
La cuarta etapa será el grupo más grande: el resto de la población adulta de Australia.
El último grupo estará formado por niños menores de 16 años, aunque solo serán vacunados si el consejo médico sugiere que está justificado.
¿Dónde se administran las inyecciones?
Esto depende de cuándo se produzca la vacunación.
Aquellos que entren en los dos primeros grupos prioritarios serán vacunados en 50 hospitales designados en Australia, distribuidos tanto en ciudades como en zonas regionales.
Las personas que vivan o trabajen en centros residenciales para ancianos y discapacitados serán vacunados en el lugar.
Una vez finalizadas esas dos primeras etapas, y las vacunas estén disponibles para un sector mucho más amplio de la sociedad, se agregarán otras 1000 ubicaciones a la lista.
Eso incluirá lugares como su médico de cabecera local, clínicas respiratorias, clínicas dedicadas a la vacunación, farmacias comunitarias y servicios de salud aborígenes.
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