¿La economía australiana siente el vértigo de la recesión?

La economía australiana mostró una de sus caras más frágiles desde la recesión de 1991 al anunciarse este miércoles los débiles resultados del crecimiento del Producto Interior Bruto, los peores en casi dos décadas.

Underemployment and unemployment in Australia (June 2019).

Underemployment and unemployment in Australia (June 2019). Source: Getty Images

Australia, un país que logró capear la crisis financiera internacional de 2008, ahora teme lo peor en términos económicos: hoy miércoles conoció su nueva tasa de crecimiento económico, que se prevé será la más baja en las últimas dos décadas.

El crecimiento económico registrado en el período entre abril y junio pasado fue de 0,5 por ciento. Esto situó el crecimiento económico anual del último año financiero a 1,4 por ciento.

En un pronóstico más sombrío antes de conocerse estos resultados, el banco de inversiones UBS, que espera un resultado de 0,2 por ciento trimestral y 1,1 por ciento anual, según indicó en un comunicado. Esta expansión suponía la continuación de una "recesión per cápita" que será "casi igual" a la recesión de 1991, según publicó esta semana el diario financiero Business Insider Australia.

Pero al ser preguntado esta mañana por la emisora 3AW sobre el peligro de una recesión, el primer ministro australiano, Scott Morrison, respondió. "no veo que entremos a ese territorio".

Más bajo que la época de la crisis financiera mundial de 2008

La última cifra de crecimiento anual está por debajo del 1,7 por ciento de la expansión del producto interno bruto (PIB) registrado durante la crisis financiera internacional de 2008.

Sin el apetito de China por los recursos australianos, especialmente el carbón y el hierro, Australia estaría en riesgo de recesión, es decir, dos trimestres consecutivos en la caída de su crecimiento económico.

“La economía no es inmune a lo que pasa a nivel mundial”, dijo el ministro australiano de Finanzas, Mathias Cormann, a la cadena local ABC , en alusión a un panorama global en el que el crecimiento es lento; donde Alemania e Italia, por ejemplo, muestran signos de estancamiento, y que además ha sido estremecido por la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
En el plano doméstico, la coalición Liberal-Nacional vincula este débil resultado económico a las elecciones recientes y la sequía. Sin embargo, críticos del gobierno consideran que la ralentización económica está vínculada a los años de congelamiento de los sueldos de los trabajadores, entre otros factores.

“El gobierno ha estado a cargo durante los últimos cinco años y medio antes de este trimestre, así que es demasiado pedir que se ignore este resultado”, opinó el periodista Greg Jerico en una columna en el diario The Guardian Australia.
اسکات موریسون نخست وزیر استرالیا در سمت چپ و جاش فرایدنبرگ خزانه دار
Australian Prime Minister Scott Morrison (left) and Australian Federal Treasurer Josh Frydenberg Source: AAP Image/Lukas Coch

¿Subir los sueldos y dar incentivos financieros para blindarnos de la recesión?

Según un comunicado del Banco de la Reserva Australiana, el cual decidió mantener la tasa de interés en 1 por ciento, el nivel más bajo de su historia, el dinero no está fluyendo como se quisiera en la economía del país. En ese sentido, el gobernador de la instituión, Philip Lowe, dijo que “un aumento gradual de los sueldos sería un paso elogiable”.

Por su parte, el portavoz de asuntos del Tesoro de los laboristas, Jim Chalmers, manifestó que “la mala gestión económica de los liberales alcanzó un nuevo punto bajo ... en el tercer mandato de los liberales, ellos todavía quieren que los australianos crean que la ralentización de la economía es de alguna manera la culpa de otro”, sentenció.

Durante la crisis financiera internacional, el gobierno del laborista Kevin Rudd, con Wayne Swan en el Tesoro, puso en marcha un paquete de estímulo de 42.000 millones de dólares que se tradujo en la entrega de $900 de dólares a unos 8 millones de contribuyentes. El gobierno de Scott Morrison da señales de que no tomará ese camino dado que se aferra a los recortes tributarios y otras medidas como la inversión en las infraestructuras.

La estrategia del gobierno

En un contexto económico aparentemente sombrío, Frydenberg intenta mantener una buena cara y un optimismo a prueba de balas.

El jefe de la oficina del Tesoro australiano cree que los negocios comerciales, el plan de infraestructuras de $100,000 millones, los fondos de financiación para los programas de capacitación y desarrollo de habilidades laborales, las bajas tasas de interés y los recortes a los impuestos a la renta, contribuirán a que los resultados mejoren a finales de año.

El martes se supo además que se registró un superávit en la balanza de las cuentas corrientes, el primero en 44 años, en virtud de las fuertes exportaciones de carbón, hierro y gas natural líquido. Esto contribuirá en el crecimiento de la economía.

Pero por otro lado, las cifras de las ventas de los comercios minoristas reflejan que los recientes incentivos tributarios y los recortes a las tasas de interés no está haciendo que el dinero llegue a las tiendas. La facturación de estos comercios se contrajo en 0.1 por ciento en julio de 2019.
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Source: AAP
“No se trata de que el consumidor esté básicamente arruinado ... no lo está, tienen varios activos. Pero están preocupados por su dinero en efectivo y esto da a entender que la situación no va a mejorar pronto”, dijo el jefe economista del Banco Nacional de Australia, Alan Oster, en declaraciones citadas por la ABC.

Algunas de las estrategias contra una eventual recesión que se pueden adoptar es evitar gastos innecesarios, intentar generar ingresos extras de otras fuentes o diversificar las inversiones, recortar o revisar los costes de los servicios de la vivienda , intentar ahorrar y construir un “colchón financiero”.

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Published 4 September 2019 9:05am
Updated 4 September 2019 12:17pm
By R.O.


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