Una persona que espera contrarrestar esa narrativa es el escritor Doug Murano, quien recientemente proclamó en las redes sociales: "Me canso de las listas de "menos de 40". Muéstrame a alguien que obtuvo su doctorado a los 60 después de perderlo todo. Dame al novelista debutante de 70 años que escribe desde una vida de amor y dolor. Dame manos callosas y corazones tiernos", escribió en Twitter.
Algunas de las respuestas al tuit implicaban que la gente compartía sus propias historias sobre el regreso a la escuela, el seguimiento de sus sueños y el logro de grandes hitos, más tarde en la vida, después de sufrir dificultades o consumirse en las responsabilidades familiares.
El privilegio también fue un factor importante en muchas historias, ya que muchas mujeres y personas de color se vieron impedidas de acceder a las oportunidades que crean las condiciones para el éxito profesional temprano convencional.
Murano dijo que se inspiró en las mujeres de su familia, en una abuela que asistió a la universidad en sus 80 años y en su madre que obtuvo su doctorado más tarde en la vida.
"Fui criado para valorar el coraje por encima de la gracia. Eso podría ser una cosa de Dakota del Sur. Las mujeres de mi vida -en particular mi madre y mi abuela materna- me han dado ejemplos maravillosos de reinvención y perseverancia", dijo el escritor.
"Siempre he estado interesado en cómo el dolor de la vida puede hacernos más bellos e interesantes, así que este tuit me pareció la cosa más natural del mundo en términos de mi vida y trabajo".
Murano recalcó que una cultura que glorifica el éxito juvenil a través de las listas de menores de 40 años tenía que cambiar.
"Los estándares convencionales de belleza son el rey de los medios de comunicación. Los jóvenes suelen adaptarse a ese molde más fácilmente que los de mediana edad o los ancianos y atraen los ojos más fácilmente”, precisó.
"La vida moderna americana nos dice que debemos pasar 40 años rompiéndonos en la búsqueda de ciertos marcadores de éxito y luego nos dice que somos irrelevantes después de haber hecho exactamente eso."
"No tiene ningún sentido para mí y va en contra de lo que hacen las culturas sanas, que es venerar y celebrar a sus mayores".
