El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que la policía se estaba adhiriendo a la "aplicación normal de la ley" cuando interrogó a dos periodistas australianos que fueron evacuados del país por preocupaciones de seguridad.
Los dos últimos corresponsales australianos que trabajaban en China fueron evacuados durante la noche después de que la policía les exigiera entrevistas, en una situación descrita por uno de los periodistas como "lamentable e inquietante".
Bill Birtles corresponsal de la ABC y Michael Smith del periódico Australian Financial Review (AFR) no tenían permiso para salir del país hasta que respondieran una serie de preguntas sobre la presentadora de televisión australiana detenida en China, Cheng Lei, informó AFR el martes.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo a los periodistas que las autoridades se habían adherido estrictamente a la ley durante su investigación.
“Si los periodistas extranjeros observan las leyes e informan de acuerdo con la ley, no hay razón para preocuparse”, dijo.
El incidente se produce en medio de crecientes tensiones entre Australia y China por el hecho de que China se negó a renovar la acreditación de prensa de varios periodistas que trabajan para empresas de medios estadounidenses.
Oficiales de seguridad del estado chino visitaron a ambos periodistas australianos en su lugar de residencia la semana pasada, antes de que ambos corresponsales se refugiaron en complejos diplomáticos australianos durante varios días.
Los diplomáticos australianos negociaron con funcionarios chinos para permitir que ambos hombres pudieran abandonar el país después de que accedieran a ser entrevistados.
Ambos llegaron a Sídney el martes por la mañana. Smith dijo al AFR que era "genial estar de regreso a casa sano y salvo después de cinco días difíciles".
"La visita de la policía a mi casa muy tarde por la noche fue intimidante e innecesaria y destaca la presión bajo la cual se encuentran todos los periodistas extranjeros en China en este momento", dijo.
En declaraciones a la ABC, Birtles describió la experiencia como un ‘torbellino’ y una experiencia ‘no muy buena’.
ABC journalist Bill Birtles and Australian Financial Review journalist Michael Smith. Source: ABC/Twitter
"Fue extraordinario y creo que no tiene precedentes", dijo.
"Se sintió como un tema muy, muy político, y me sentí como que estaba revoloteando entre una pelea diplomática entre Australia y China y que no tenía que ver con nada más específico ".
El editor jefe de AFR, Michael Stutchbury, y el editor Paul Bailey, dijeron que atacar a dos periodistas que desempeñaban sus deberes habituales era "lamentable y perturbador y no favorece a la relación de cooperación entre Australia y China".
Según la ABC, los diplomáticos australianos advirtieron a Birtles que debería salir de China la semana pasada, lo que llevó a la ABC a organizar vuelos para el jueves pasado.
Pero siete agentes de la policía china llegaron a su apartamento la noche anterior a su partida y le dijeron que tenía prohibido salir del país.
Birtles se puso en contacto con la embajada de Australia y se trasladó al complejo diplomático de Beijing durante la semana siguiente antes de que las autoridades chinas lo entrevistaran y le permitieran salir del país.
"Habiendo pasado por la entrevista, o el interrogatorio ... creo que la experiencia fue más un tema de acoso contra los periodistas australianos que
quedaban, más que un esfuerzo genuino por tratar de obtener algo útil para esclarecer el ", dijo a la ABC.
La ministra de Relaciones Exteriores, Marise Payne, confirmó el martes que ambos corresponsales recibieron apoyo consular para ayudarlos a retornar a Australia.
"Nuestra embajada ha trabajado duro en los últimos días para asegurarse de que podamos apoyar de forma segura a los dos periodistas en cuestión y continuaremos haciéndolo y trabajando con las autoridades chinas clave en estos temas", dijo Payne a los periodistas.
La ministra Payne dijo que su departamento se había puesto en contacto con la ABC y el AFR luego de la detención de la periodista australiana Cheng la semana pasada.
"Eso había generado preocupaciones para Australia ... nosotros les informamos y ellos toman sus propias decisiones en relación con esos asuntos", dijo.
“Es decepcionante que no tengamos representantes de organizaciones de medios australianos en territorio chino.
"Espero que este tema se pueda volver a revisar de manera oportuna".
Payne agregó que las recomendaciones de su gobierno para viajes a China, que advierten a los australianos de la posibilidad de ser detenidos de manera arbitraria, no han cambiado.
'Esta es la nueva China'
El director ejecutivo del Instituto Australiano de Política Estratégica, Peter Jennings, dijo que el incidente coincide con una tendencia de trato "espantoso" hacia los periodistas extranjeros por parte de China durante el año pasado.
"Cualquier periodista en China corre el riesgo de recibir este tipo de tratamiento ... no deberíamos sorprendernos", dijo Jennings a periodistas.
"Si yo fuera un periodista australiano que trabaja en China en este momento, me preocuparía mucho que alguien llamara a mi puerta".
También dijo que la situación era un síntoma del deterioro de las relaciones entre China y Australia a causa del brote de la pandemia de coronavirus.
"Esta es la nueva China con la que estamos lidiando, es la China de la diplomacia guerrera, que es agresiva con todos los países del mundo", dijo.
Cheng Lei, Anchor, CGTN, at the Web Summit in Lisbon, Portugal in 2019 Source: Getty
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, dijo que las autoridades tomaron "medidas obligatorias" contra ella bajo sospecha de "actividad criminal que pone en peligro la seguridad nacional de China".
El gobierno australiano fue informado por primera vez de la detención de Cheng el 14 de agosto y realizó una visita consular virtual con la mujer de 45 años el 17 de agosto.
Fuentes adicionales AAP, AFP and Reuters.
