Sinopsis:
Por mucho tiempo, la política migratoria de Estados Unidos se ha centrado en contener la migración irregular a través de su frontera con México. Pero en los últimos años se ha producido un fenómeno creciente en todo el continente americano ya que millones de venezolanos huyen del colapso económico a países vecinos como Colombia, Ecuador y Perú.
Cientos de miles de nicaragüenses son empujados a Costa Rica por la persecución política y, un número incalculable de centroamericanos se refugian de la violencia de las pandillas y pobreza trasladándose a México y Estados Unidos.
El presidente estadounidense Joe Biden confirmó la llamada Declaración de Los Ángeles que sería el mayor logro de la Cumbre de las Américas, golpeada por las diferencias que despertó la lista de mandatarios invitados por Washington.
A pesar de ser los mayores emisores de migrantes, las delegaciones de México, El Salvador, Guatemala y Honduras estuvieron encabezadas por sus cancilleres tras la negativa de sus mandatarios a participar en un evento del que se excluyó a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
El acuerdo migratorio anunciado el último día de la Cumbre de las Américas comprende vías legales para los trabajadores extranjeros, ayudas a las comunidades más afectadas por la migración, una gestión humana de las fronteras y respuestas de emergencia coordinadas.
El convenio también se propone desmantelar las redes de tráfico de personas y ayuda para Haití.
La Casa Blanca destacó que Costa Rica extenderá protecciones para cubanos, nicaragüenses y venezolanos que llegaron a su territorio antes de marzo de 2020. México agregará visas de trabajadores temporales hasta para 20.000 guatemaltecos al año.
Estados Unidos se comprometió a otorgar 314 millones de dólares para ayudar a los países que acogen a refugiados y migrantes y está reanudando o ampliando los esfuerzos para reunir a las familias haitianas y cubanas. En tanto, Belice regularizará a los migrantes centroamericanos y caribeños.
Mientras el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ratificó un estatus temporal para medio millón de venezolanos que están en su país.
Mientras los mandatarios del continente definían la hoja de ruta sobre migración y refugiados, a diario, más de 7,800 personas cruzan de México a Estados Unidos pero muchos no logran su objetivo de quedarse. Solo en abril pasado más de 90,000 fueron expulsados de Estados Unidos a México bajo el Título 42 que permite las deportaciones en el contexto de la pandemia Covid19.
Por eso los albergues en las ciudades fronterizas están saturados. Telemundo cita a los peruanos Rubén Torres y Alejandro Dávila.
Antes, el presidente colombiano Iván Duque, fue ovacionado al describir cómo su gobierno había otorgado un estatus temporal por diez años a un millón de venezolanos en los últimos 14 meses y está procesando otras 800.000 solicitudes.
La Voz de América refiere a María Angélica Castillo, una beneficiaria venezolana con estatus temporal que le garantiza empleo y salud, pero le preocupa qué ocurrirá con el nuevo gobierno que surgirá en Colombia el próximo domingo.
En tanto, el activista Salvador Sanabria, director de la organización El Rescate, dijo a Telemundo que el acuerdo migratorio se olvidó de los migrantes en situación irregular en Estados Unidos.
Mientras en México se disolvió una caravana de 15 mil migrantes, en su mayoría venezolanos, que partió de la ciudad sureña de Tapachula, después de que el Instituto Nacional de Migración les entregó visas temporales que acreditan su permanencia por un mes en territorio azteca.
