La situación de refugiados y solicitantes de asilo en Australia es “imperdonable”

A refugee rights protester at the Kangaroo Point Central Hotel in Brisbane, Sunday, June 21, 2020.

A refugee rights protester at the Kangaroo Point Central Hotel in Brisbane, 2020. Source: AAP

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La organización Human Rights Watch ha publicado su informe para 2022 y el veredicto no es bueno para Australia, sobre todo por su tratamiento a los solicitantes de asilo. Como apunta el director ejecutivo del Servicio de NSW para el Tratamiento y Rehabilitación de Sobrevivientes de Tortura y Trauma (STARTTS), Jorge Aroche, la situación es “imperdonable”.


Durante los últimos 32 años, sobre las prácticas de más de 100 países con relación a los derechos humanos. 

El informe de 2022 sugiere que la respuesta de Australia en materia de derechos humanos es cualquier cosa menos visionaria y, con frecuencia, simplemente cruel. 


Puntos destacados:

  • Más de 80 refugiados y solicitantes de asilo trasladados a Australia desde Papúa Nueva Guinea y Nauru por razones médicas o de otro tipo siguen detenidos.
  • Australia ha rechazado las ofertas de Nueva Zelanda para acoger a algunos de los refugiados.
  • Al menos 12 refugiados y solicitantes de asilo han muerto en el sistema de procesamiento extraterritorial de Australia desde 2013, seis de ellos por suicidio.

Elaine Pearson, la directora de Human Rights Watch en Australia dice que “el trato de Australia a los refugiados y solicitantes de asilo está causando un daño duradero a la reputación mundial de Australia”. 

“Miles de personas han sido trasladadas fuera del país a Papúa Nueva Guinea y Nauru, e incluso hoy, ocho años después, todavía hay cientos de personas detenidas, en hoteles, en centros de detención de inmigrantes en suelo australiano, y también hay cientos de personas que quedan, que languidecen en Nauru y Papúa Nueva Guinea." 

Pearson dice que el diseño del sistema es injusto y destructivo. 

"Simplemente trasladar gente de un país a otro, de Papúa Nueva Guinea a Nauru, es completamente inaceptable. Estas son personas que han sufrido bajo el cruel e inhumano sistema de detención en países fuera de Australia."
La experiencia de uno de esos solicitantes de asilo llamado Joy Mare lo confirma. 

El fontanero de 42 años huyó de Bangladesh después de que su padre fuera asesinado y su propia vida corriera peligro. 

Originalmente pasó diez meses en Christmas Island, para luego ser enviado a Nauru durante seis meses para procesar su caso fuera de Australia y llegó a Melbourne en 2020 para recibir tratamiento médico. 

A Mare se le otorgó el estatus de refugiado durante ese tiempo, pero no se le otorgó una visa debido a la política de Australia de que a cualquier persona que llegue en barco no se le debe permitir establecerse aquí. 

"Toda mi vida es una habitación. No tengo acceso a aire fresco, seguridad o libertad. Lo que encontré ha sido prisión. Han pasado 17, 18 meses", dijo Mare a SBS News. 

Defensores de los refugiados en Australia han expresado durante mucho tiempo su preocupación por el tratamiento de los solicitantes de asilo en el sistema de inmigración de Australia.
A protester holds a banner outside the Park Hotel
Protesters have made calls for Australia to free refugees in detention. Source: AP
Sus preocupaciones tienen una urgencia particular en este momento, dada la virulencia de las infecciones por Covid-19 en la comunidad en general y la confirmación de un brote en el centro de detención de Villawood. 

Ian Rintoul de Refugee Action Coalition, dice que ni siquiera saben si los números que tienen son precisos, porque la empresa que administra las instalaciones, Serco, no ha proporcionado información actualizada. 

"Por lo que he podido confirmar, hay al menos 13 o 14 casos positivos en tres de los recintos de Villawood, pero ciertamente hay información -rumores, si se quiere- dentro del Centro de Detención de Villawood de que puede haber hasta 68 casos." 

La Fuerza Fronteriza de Australia dice que a todos los detenidos dentro de los centros de detención de inmigrantes se les han ofrecido vacunas y que la seguridad es una prioridad. 

Pero la abogada principal Sarah Dale, del Servicio de Asesoramiento y Trabajo de casos para refugiados, dice que los solicitantes de asilo están en riesgo debido a la falta de protección en las instalaciones. 

"No tienen la capacidad de protegerse a sí mismos. No tienen forma de aislarse. Y quedan en estas situaciones precarias en los centros de detención, lo que afecta su salud y también su salud mental."
Police outside the Park Hotel in Melbourne, Australia
The mandatory detention of asylum seekers also raised concerns with the international human rights advocate. Source: AP
La saga del tenista Djokovic, quien estuvo detenido por unos días en un hotel de Melbourne mientras mantenía un pulso con el gobierno australiano para que le dejaran ingresar al país sin estar vacunado, lo que al final no consiguió, puso de nuevo el foco en los solicitantes de asilo y refugiados que están detenidos en ese mismo hotel. 

En total, hay un grupo de 32 detenidos en el Park Hotel. Algunos fueron trasladados a suelo australiano desde los centros de detención de Nauru para recibir tratamiento médico hace cerca de tres años, muchos de ellos están aún esperando y algunos llevan en detención hasta nueve años, sin saber qué ocurre son sus casos y según denuncian las organizaciones humanitarias, viviendo en condiciones sanitarias muy deplorables. 

A fines de diciembre, surgieron informes sobre comidas con gusanos y pan mohoso que se estaba sirviendo a los detenidos y, según los informes, algunos se enfermaron por la comida.
Esta situación es completamente imperdonable y supongo que la historia juzgará a los gobernantes y oficiales responsables de esto.
Jorge Aroche, psicólogo y director ejecutivo del Servicio de NSW para el Tratamiento y Rehabilitación de Sobrevivientes de Tortura y Trauma, STARTTS, dijo a SBS Spanish que la situación de estas personas “es injustificable”.

"Lo que vemos debajo de todo esto es una falta de preocupación y de compromiso con los derechos humanos a un nivel más profundo".

"Desde el punto de vista de derechos humanos, la situación de la gente que sigue en detención en diferentes formas se ha tornado absolutamente indefensible".

"Esta situación es completamente imperdonable y supongo que la historia juzgará a los gobernantes y oficiales responsables de esto, porque desde el punto de derechos humanos es imperdonable y desde el punto de vista de salud mental, más aún".

"El que después de que se han logrado hacer acuerdos con gobiernos como Indonesia o Malasia, después de que se ha logrado contener el negocio de los traficantes de otras formas, el seguir teniendo a esta gente casi como rehenes es completamente injustificable".

Escucha el reporte completo presionando la imagen de portada.


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