La revolución cafetera de Colombia llega a Australia

Cafe La Jacoba

Source: Asprounión (Provided)

Get the SBS Audio app

Other ways to listen

Una cooperativa de productores de café colombianos ha tomado el futuro en sus manos y ha decidido exportar su producto en sus propios términos. Se revelan así contra la tiranía de un mercado lleno de intermediarios que paga muy poco por su producto y que no les deja vivir con dignidad de su trabajo. El mercado australiano es uno de sus objetivos.


En las faldas del monte la Jacoba, en el sur de Colombia, vive una pequeña comunidad de agricultores y productores de café que están cambiando su destino.

En los últimos años el precio del café en Colombia ha bajado, y algunos productores se quejan de que los intermediarios que compran su producto les imponen unos precios que no cubren los costes de producción.

Por este motivo, para un pequeño productor de café se está haciendo muy complicado vivir de su trabajo.

Pero la cooperativa Asprounión ha desafiado las inequidades del mercado por medio de la comercialización independiente de su producto. En 2018 exportaron a Australia cinco contenedores de café listo para tostar.

Esta operación les generó un 46% de beneficio directo, un margen que según explica a SBS Spanish, Mauricio Velásquez, gerente de desarrollo de negocios para Asia y el Pacífico de Asprounión, hubiera sido imposible de obtener en el sistema tradicional de comercialización en Colombia.

De esta manera,  los intermediarios, los mayoristas y los distribuidores se evitan, y así se ahorran su parte de las ganancias.
Café La Jacoba
Source: Asprounión (Provided)
Velásquez tiene muy claro cómo deben salir las cuentas.

“Hay que pensar que Asprounión produce 1.2 millones de kilos de café pergamino al año. Si nosotros logramos comercializar nuestro café directamente, nuestros agricultores van a tener un estándar de vida mucho mejor”.

Los inicios de una “rebelión” comercial

Asprounión nació en 2001, cuando un grupo de familias decidieron asociarse para comercializar de forma independiente su café, ignorar a los intermediarios locales y conseguir mejores ingresos.

Para poder establecerse, el grupo obtuvo financiación de la fundación Ford y de la Unión Europea, además del Laboratorio de Paz en Colombia.

Con ello construyeron el complejo de la cooperativa, con su laboratorio y con las maquinas necesarias para hacer la trilla y otras partes del proceso.
Cafe La Jacoba
Source: Asprounión (Provided)
A día de hoy, la cooperativa está formada por 273 familias que producen el café a la manera tradicional, cultivando las plantas libres de químicos y secando al sol los granos.

Ellos aseguran que las fértiles tierras volcánicas que habitan les permiten producir un café “pergamino” de alta calidad.

Las dificultades para introducirse en Australia

Mauricio, que opera para Asprounión desde Freemantle, en Australia Occidental,  reconoce que cuando enviaron su primer contenedor de café listo para tostar desde Colombia, pensaron que iba a ser más fácil venderlo.

“Entonces uno se encuentra con que hay alianzas con empresas y brokers que llevan prácticamente más de cien años funcionando aquí  o que son parte de un conglomerado de empresas que se dedican a comercializar el café. Tienen mucho capital y pueden vender el café muy barato, y ocurre también que el consumidor local no está educado para diferenciar un buen café de uno más ordinario”.

Para romper estas barreras, Mauricio decidió explicar a sus potenciales clientes, los tostadores, toda la filosofía que hay detrás de su proyecto.
Cafe La Jacoba
Source: Asprounión (Provided)
“Con mucho esfuerzo y tocando muchas puertas se trata de hacer entender al tostador que no es simplemente el precio, que del otro lado existe esa persona que se levanta  a las 5 de la mañana a trabajar y que tiene una familia que necesita tener su tres platos de comida al día, vacaciones, educación, esa es la filosofía del proyecto”.

Mauricio explica que ya tienen seis o siete clientes de entre los cerca de 130 tostadores que hay en WA.

“Si todos estos tostadores fueran conscientes del beneficio social del que podrían ser parte al comprar nuestro café, nosotros estaríamos ya vendiendo un tercio o un cuarto de toda nuestra producción”, asegura Mauricio.

Un futuro esperanzador

En febrero de este año Mauricio abrió un café en Freemantle. La dueña de una galería de arte les ofreció un espacio que utilizan para presentar su marca de café La Jacoba, pero donde también promocionan el café de sus clientes, los tostadores.

“Me gustaría llegar a las empresas de catering que distribuyen a las minas, a empresas grandes y educar además al consumidor sobre qué tipo de producto es el nuestro”, explica.
Cafe La Jacoba
Source: Asprounión (Provided)
Mauricio mira al futuro con esperanza. A pesar de las dificultades que han tenido que enfrentar para llegar a donde están, él está convencido de que su sueño hecho realidad a través de este modelo, puede cambiar la vida de otros productores de café en Colombia.

“La experiencia ha sido muy enriquecedora, de donde yo vengo se lucha todos los días para poder estar cada vez mejor y esto simplemente me mantiene vivo, me mantiene alerta. Lo que más deseo es poder probar que es posible. Poder en algún momento decirles a otras comunidades en Colombia, que a nosotros nos tomó 20 años llegar a donde estamos, pero que tenemos todo el conocimiento y que les podemos ayudar a hacerlo en cinco años.”


Para escuchar más historias de SBS en español, visita :
apple_podcasts_badge.svg
google_podcasts_badge.svg


Share