Incendios forestales y COVID-19 marcan primer año de ScoMo en el gobierno de Australia

A climate protester, Scott Morrison, and a person protecting themselves from COVID-19.

A climate protester, Scott Morrison, and a person protecting themselves from COVID-19. Source: Getty, AAP

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Other ways to listen

El 18 de mayo de 2019 Scott Morrison ganó de forma abrumadora los comicios en Australia. El político de ideas económicamente liberales pero socialmente conservadoras logró “un milagro”. Entonces, nadie pudo pronosticar el Vía Crucis por el que pasó Australia, un país que ScoMo lideró con vaivenes de montaña rusa durante los incendios forestales y el COVID-19.


A pesar de que la Coalición estuvo constantemente rezagada en las encuestas durante tres años, Scott Morrison llevó a la alianza Liberal-Nacional a un sorprendente tercer mandato en las elecciones de 2019.

En su discurso de victoria en la noche del 18 de mayo, Morrison dijo a los simpatizantes del Partido Liberal: "Siempre he creído en los milagros" y agradeció al australiano “silencioso” que normalmente no se pronuncia políticamente en público y que le confió las riendas del país.

Sarah Cameron, politóloga de la Universidad de Sídney, dijo que los australianos parecían dispuestos a darle una oportunidad a Morrison en esos comicios que lo convirtieron en el “primer ministro más popular en una elección desde la victoria de Kevin Rudd en 2007".


Puntos destacados

  • El 18 de mayo Scott Morrison llevó a la coalición a un inesperado triunfo y se convirtió en l primer ministro más popular desde que el laborista Kevin Rudd le arrebató el poder a John Howard en 2007.
  • Morrison fue criticado duramente por su gestión frente a los incendios cuando se fue a Hawái en plena crisis e intentó forzar a un damnificado por los fuegos a darle la mano.
  • El primer ministro parece haber aprendido la lección de los incendios y demostrado eficiencia durante la crisis de la pandemia de COVID-19, de acuerdo a los expertos que creen que los retos principales aún están por venir.

En retrospectiva y al hacer una evaluación de la gestión de Morrison, el ex líder liberal John Hewson recalcó a SBS News que éste en aquel momento “no estaba listo para gobernar”.

El sabor amargo de la victoria y la popularidad de Morrison cayeron en picada cuando Australia fue golpeada por uno de las peores catástrofes naturales: los incendios forestales de 2019-20, que comenzaron antes de la temporada habitual y que tuvo durante meses en peligro a miles de personas en el este del país.

La furia de uno de los peores incendios en Australia

La temporada de incendios forestales de 2019-2020 se cobró la vida de al menos 34 personas y destruyó unos 2.700 hogares. También se cree que más de mil millones de animales perecieron.

Desde el comienzo de la crisis, Morrison se negó a dar una respuesta integral a la crisis, afirmando que era tarea de cada estado y territorio.

"Hizo un desastre de ello... dio una serie de respuestas pobres que causaron una pérdida significativa de la confianza y creencia en él", dijo Hewson.

En el culmen de la crisis de los incendios, Morrison se tomó unas vacaciones prenavideñas en Hawái. Las imágenes de él de vacaciones mientras el país ardía se difundieron en los medios sociales causando indignación entre sus compatriotas, mientras las marchas en las calles contra el cambio climático y más apoyo a los bomberos abundaban.
The Sydney mural mocking of Scott Morrison's December trip to Hawaii
The Sydney mural mocking of Scott Morrison's December trip to Hawaii Source: Instagram - scottie.marsh
Ante las intensas críticas, Morrison tuvo que acortar sus vacaciones y admitió que aunque "no puede sostener una manguera o sentarse en la sala de control" lo más apropiado era que volviera "proporcionar algo de apoyo moral".

Pero a pesar de su Mea Culpa las cosas no mejoraron mucho. Durante una visita a la ciudad de Cobargo, arrasada por los incendios, la gente lo confrontó duramente e incluso uno de los bomberos voluntarios se negó a darle la mano. Entonces, un diputado liberal dijo que "probablemente se lo merecía".

Morrison y su partido también fueron criticados por publicar un video de campaña con imágenes de la Defensa durante la crisis para promover la respuesta del gobierno.

La politóloga Sarah Cameron dijo que todos los pasos en falso encajaban en un tema común.

"Se percibía que el primer ministro y el gobierno no asumían un papel de liderazgo en el manejo de la crisis ... [Había] una percepción general de que no se había respondido a la crisis", precisó la politóloga.

Por ello el “índice de aprobación del gobierno y la popularidad de Morrison realmente se desplomó."

Falta de empatía e incoherencia en el liderazgo

Brent Coker, experto en psicología del consumidor de la Universidad de Melbourne, dijo que la figura pública de Morrison durante los incendios fue problemática dado que en lugar de mostrar una empatía constante, el político pentecostal a veces daba "signos y señales indiferentes".

"Mucha gente se quejaba de la 'sonrisa de Scott Morrison'", dijo.

Coker dijo que también tenía una tendencia a oscilar entre "retratarse a sí mismo como otro australiano" y ser un "político severo".

"Uno de los problemas es que no está ni aquí ni allá, no tiene un carácter fuerte, y no tiene un posicionamiento fuerte. Uno de los rasgos de un buen liderazgo, o de los líderes icónicos, es reflejar algún tipo de carácter fuerte."

Enfrentar una pandemia inesperada con la lección aprendida

Desde que emergió de la ciudad china de Wuhan a finales de 2019, el COVID-19 ha infectado a más de cuatro millones de personas y ha matado a más de 300.000.

"Se cree que es el mayor desafío que Australia ha enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial", dijo Sarah Cameron.

Pero en los primeros meses de 2020, diferentes países respondieron a la crisis con muy diferentes grados de urgencia.

Coker, experto en psicología del consumidor, dijo que el contraste entre la respuesta de Morrison a los incendios y el virus no podía ser más pronunciado.

"Creo que Scott Morrison aprendió mucho de la crisis de los incendios forestales. La reacción a la pandemia pareció ser muy diferente", comentó Coker.
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Source: SBS
"Más notablemente, fuimos uno de los primeros países del mundo en tomar un enfoque frontal y declararlo como una pandemia", recordó.

El gobierno de Morrison también se apresuró a cerrar las fronteras y a proponer restricciones drásticas, ambas acreditadas como ayuda a Australia para evitar la catástrofe.

"Es interesante pensar si lo habría hecho sin la crisis de los incendios forestales. Tal vez Australia se habría quedado atrás con el resto del mundo", dijo el experto en psicología del consumidor.

Es un punto del que se hace eco la Dra. Sarah Cameron.

"En esta crisis, el gobierno ha dado la impresión de que se comunican regularmente con el público y están tomando medidas para responder a la crisis ... Ha sido un enfoque muy diferente", dijo.

A medida que otros países están lidiando con un número de casos y muertes cada vez mayor, la curva de infección de Australia se ha aplanado y las restricciones de bloqueo ya se están aliviando.

Una encuesta publicada por el Instituto Lowy la semana pasada reveló que el 93% de los australianos pensaba que el gobierno había manejado muy o bastante bien COVID-19 hasta ahora.

Cambio en los planes económicos

En el espacio de 12 meses, quizás uno de los mayores cambios en los mensajes del gobierno ha sido en torno a la economía.

En las elecciones de 2019, la Coalición fue mucho más ligera en sus planes y promesas que el Partido Laborista.

Pero una y otra vez, Morrison dijo que el conocimiento económico de su partido ayudaría a entregar el primer superávit de la Mancomunidad en más de una década.

La confianza era tan alta que el Partido Liberal estaba vendiendo tazas de "Back in Black" hasta marzo., pero después poco a poco tuvo que cambiar sus planes para afrontar la crisis. Incluso algunos detractores han califico las ayudas como Scomocialist, en alusión al giro dramático de su gobierno para dar ayudas sociales.

Con la pandemia de COVID-19, el gobierno de Morrison ha destinado más de 130,000 millones de dólares en programas de rescate para sus residentes y empresas, así como planes de ayuda social y de estímulo de la economía, que se prevé se contraerá un 10% en el trimestre de junio.

"Se espera una crisis económica mayor que la crisis financiera mundial de 2008 ... Y lo que vemos en esos contextos es que es típico que los votantes castiguen a los gobiernos por los malos resultados económicos", explicó Sarah Cameron.
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Migración y racismo

La agenda de migración del gobierno también ha cambiado desde su victoria electoral.

A principios de 2019, la Coalición anunció que reduciría el número de inmigrantes permanentes que se pretende admitir anualmente hasta en 30.000 personas.

En los meses siguientes se vinculó a la migración con los problemas de congestión en las grandes ciudades del país. Asimismo en diciembre se introdujeron dos nuevos visados destinados a asentar a los inmigrantes más cualificados en zonas regionales.

Mientras tanto, todos los solicitantes de asilo fueron trasladados de la isla de Manus a otras instalaciones de Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, a fines de 2019. El traslado ha sido criticado por los defensores de la causa por considerar que se trata de un problema "oculto".

Pero el coronavirus cambió dramáticamente el paisaje migratorio.

Con las prohibiciones de viaje generalizadas, se prevé que la cuota de inmigrantes se reducirá en más del 85% en el próximo año fiscal, en comparación con los niveles de 2018-19.

Durante la pandemia, Morrison ha sido criticado porque la mayor parte de la asistencia de COVID-19 no se puso a disposición de los titulares de visados temporales y los estudiantes internacionales. Por el contrario, Morrison sugirió que "regresaran a sus países de origen".

Por otro lado, Morrison Morrison ha sido elogiado por denunciar el racismo contra los australianos de origen asiático durante la pandemia.

"Basta... Deploro ese tipo de comportamiento contra cualquier australiano, independientemente de su etnia o religión o de lo que sea", dijo a los periodistas el mes pasado.

"Y creo que esa es la opinión de todos los australianos. Así que tenemos que llamar a ese tipo de cosas. No está encendido".

El reto más grande está por venir

Si bien la popularidad de Morrison ha aumentado durante la pandemia, los expertos creen que los mayores desafíos aún estaban por llegar.

"Con la pandemia, ha resurgido, ciertamente ha sido popular en la forma en que ha coordinado la respuesta hasta ahora ... Pero la fase de recuperación va a ser la parte más importante", dijo el Dr. John Hewson.

"[El gobierno] no parece tener ningún detalle todavía sobre cómo va a volver.Se necesita mucho tiempo para salir de una recesión o de un dramático aumento del desempleo ... Es un proceso doloroso”, remarcó el exlíder liberal.

Hewson también dijo que el cambio climático pronto tomará un lugar prominente en la política australiana una vez más.

"[Morrison ha] reconocido que se puede dejar de lado la ideología y se puede mirar lo que es de interés nacional ... La pregunta es ahora, ¿puede hacer eso con los temas que son realmente más grandes y más significativos como el cambio climático?" dijo.

"Tomó el consejo consistente de los expertos [durante la pandemia] ... Hay algunos consejos científicos extremadamente fuertes sobre el clima”, precisó su correligionario al aludir a la negativa de Morrison de luchar contra el cambio climático en un contexto en que asegura que la explotación de carbón es clave para la economía del país.

"Lleva un año, le quedan dos años”, precisó Hewson al recordar que aún hay mucho por recorrer.



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