Y es que se prevé que las solicitudes de visado superen los 13 millones anuales para el año 2028 y el Ministerio del Interior dice que no le queda más remedio que externalizar la tramitación de visados.
El Departamento de Asuntos Internos hace hincapié en que no se reducirán puestos de trabajo, pero los críticos sostienen que la medida no hará nada para eliminar el retraso en la tramitación de las solicitudes.
El gobierno federal planea gastar 80 millones de dólares en el desarrollo de lo que ha llamado la "Plataforma Digital Global", pero el ex subsecretario del Departamento de Inmigración, Abul Rizvi, ha advertido que la subcontratación planificada del procesamiento de visas por parte del gobierno federal podría poner en riesgo todo el sistema.
También existe el temor de que el cambio pueda deshumanizar el proceso de obtención del visado, dado que de los 28 pasos que se requieren actualmente para aprobar un visado de estudiante, por ejemplo, sólo uno permanecería en el Ministerio del Interior.
Además existe la preocupación de que la privatización del proceso de solicitud de visado pueda tener como consecuencia que algunos solicitantes se vean perjudicados.
Sobre las posibles implicaciones de esta propuesta, conversamos con el agente migratorio en Sídney, Miguel Mudbidri.
