La pandemia del COVID-19 profundizará las condiciones de pobreza y violencia de los centroamericanos, por lo que las migraciones no se detendrán a pesar de los cierres de los puestos fronterizos oficiales, dada la porosidad de las fronteras.
Así lo advierte Guillermo Acuña, especialista en migraciones del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo-UNA).
“La migración no bajará ni disminuirá por la pandemia, podríamos señalar que las fronteras no se pueden abrir o cerrar con órdenes administrativas”, explica Acuña.
Puntos destacados:
- Desde hace tres meses Guatemala ordenó el cierre de su frontera con México para evitar propagación de COVID-19.
- La ONU hizo un llamado para garantizar el acceso a personas que tratan de volver a sus lugares de origen y otorgarles servicios de salud.
- En Mayo fueron arrestados más de 23 mil migrantes indocumentados en la frontera entre México y Estados Unidos.
Además de la emigración a Estados Unidos, Centroamérica también está recibiendo a miles de deportados del gobierno de Donal Trump en medio de la pandemia.
Des de finales de marzo pasado han sido expulsados más de 43,000 migrantes, sobre todo guatemaltecos, que son estigmatizados como portadores de COVID-19 y hasta los han intentado quemar vivos en varias aldeas.
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