Cómo el “asunto Dastyari” se va volviendo lío entre Australia y China

Labor Senator Sam Dastyari leaves after Question Time in the Senate chamber at Parliament House in Canberra.

Labor Senator Sam Dastyari leaves after Question Time in the Senate chamber at Parliament House in Canberra. Source: AAP

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China acusa a Australia de generar información "paranoica" y "racista", en medio de las crecientes preocupaciones de Canberra por la supuesta interferencia del gigante asiático


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El periódico People's Daily de China también ha acusado hoy a los medios de difamar a los chinos que viven y estudian en Australia, y de inventar historias sobre estudiantes que interfieren con la libertad de expresión en los campus australianos.

La semana pasada, Beijing presentó una queja por los comentarios del primer ministro Malcolm Turnbull sobre la influencia china, durante la introducción de una legislación dirigida a la interferencia externa en la política interna.

La reacción de China se presenta en el contexto del creciente escándalo que envuelve al senador laborista Sam Dastyari, de quien publicaciones de los medios de Fairfax informaron hoy que intentó persuadir a la vice líder laborista, Tanya Plibersek, de que no se entrevistara con un conocido activista de Hong Kong - que cuestiona la influencia china sobre ese territorio- con el argumento de que esa reunión podría molestar a China.

Dastyari lo niega calificando la información de “basura” y la oficina de Plibersek informó que la reunión entre ella y el activista pro-demócrata, el académico Joseph Cheng Yu-shek, se llevó a cabo, durante una visita que ella hizo a Hong Kong en 2015.

“Doble Agente”

Sam Dastyari, tras informaciones de los medios, ha sido acusado por el gobierno de ser un “doble agente” de China, que intenta influir en la política de Australia a favor del gigante asiático.

La acusación se inició después de que se revelara que el senador había recibido dinero del empresario Huang Xiangmo, quien está vinculado al Partido Comunista chino.

Luego se conoció que supuestamente Dastyari le había advertido a ese empresario, quien es donante tanto del partido laborista como del Liberal, que su teléfono podría estar intervenido por los servicios de inteligencia. En esa misma revelación se hizo pública una grabación en la que Dastyari defendía la posición de China en el contencioso del Mar de China Meridional, en contraposición a la política del partido Laborista respecto al tema.

Por estas revelaciones, el senador Dastyari tuvo que abandonar dos cargos de liderazgo que tenía al interior del Senado, pero la Coalición está reclamando que debe renunciar a su puesto como senador.

Gobierno exige renuncia de Dastyari

El ministro de Medio Ambiente, Josh Fridenberg decía que "La comezón de Dastyari pronto se está convirtiendo en una erupción y será un brote que afectará a todo el Partido Laborista a menos que Bill Shorten le muestre a Sam Dastyari la puerta de atrás".

Y estos llamados ya están empezando a resonar dentro del propio partido laborista. A pesar de que el diputado Tony Burke considera que el gobierno está haciendo una “exageración patética”, la diputada laborista Linda Burney dijo esta mañana que “ahora depende de Dastyari considerar su posición”.

Pero la situación no sólo se remite al Senador Dastyari. La agencia de Inteligencia ASIO, identificó a diez candidatos políticos locales y estatales aparentemente vinculados a las agencias de inteligencia de China, según informes de prensa.

El diario The Weekend Australian denunció la existencia de un plan chino que busca insertar a personas que defienden sus intereses en lugares claves para que de ese modo influyan en la política australiana.

China se queja formalmente

El vocero de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, quien dijo que los comentarios de Turnbull sobre la interferencia china habían envenenado la relación.

El vocero agregó que esos comentarios “irresponsables de los medios, socavan los cimientos de la confianza mutua y la cooperación bilateral".

Pero Malcolm Turnbull se mantuvo en su posición y cuando introdujo el Proyecto de Ley contra la interferencia extranjera, indicó que "Nuestra relación con China es demasiado importante como para ponerla en riesgo al no establecer claramente los términos de un compromiso saludable y sostenible. La China moderna fue fundada sobre la base por la que los chinos han luchado. Y hoy, y todos los días, los australianos se ponen de pie y afirman su soberanía en nuestra nación, con nuestro parlamento y con nuestras leyes”.

El sábado pasado, Turnbull remarcó, hablando en mandarín, que el “defenderá” a los australianos con sus leyes contra la interferencia extrajera.

¿Puede esto impactar en las relaciones económicas entre Australia y China?

China es el principal receptor de las exportaciones de Australia. En 2014 compraba el 34% de productos agrícolas, energéticos y servicios australianos, que significaban 98.000 millones de dólares, según el ministerio de Comercio y Relaciones Exteriores.

Y Australia es el segundo lugar más popular para la inversión directa china. En los últimos 10 años, Australia ha visto el segundo volumen más alto de inversión directa de ese país. De 2005 a 2015, solo Estados Unidos tuvo una inversión mayor desde China. Y en 2015, la inversión china creció casi un tercio, alcanzando más de 11.000 millones de dólares estadounidenses.

La compra de propiedades, la principal inversión china en Australia

Casi la mitad de la inversión china en Australia durante una esa década fue en compra de propiedades (Real Estate).

Según un estudio de la firma auditora KPMG con la universidad de Sydney, en 2015 China compró propiedades por valor de casi 7.000 millones de dólares. Esta inversión se enfocó casi exclusivamente en el estado de NSW, con el 94% del total.

Después de las propiedades, los otros sectores de inversión china fueron la energía renovable, y le siguieron la salud y la agricultura.

El gobierno espera que esta nueva visión de Australia respecto a China, no le traiga consecuencias económicas. El senador Liberal Trent Zimmerman decía que al fin y al cabo el gobierno hará lo mejor para la nación y eso incluye enfocarse en la interferencia extranjera.

"La relación con China ha sido muy fuerte y cada vez más profunda y los acuerdos de libre comercio obviamente ayudaron en ese proceso. Pero todos los gobiernos y nada de lo que hemos hecho se ha dirigido exclusivamente a una nación, todos los gobiernos deben reconocer que Australia defenderá sus propios intereses. Y vivimos en un mundo en el que vemos niveles sin precedentes de interferencia extranjera en la política interna de otros países. Haremos lo que debemos hacer para proteger los intereses de Australia".

Zimmerman dice que las revelaciones de Sam Dastyari son un ejemplo comprobado de por qué la nueva legislación es necesaria.

El próximo 16 de diciembre el electorado de Bennelong en Sydney, en el cual hay una amplia comunidad de origen chino, va a las urnas en elecciones parciales, y la candidata laborista Kristina Keneally dice que los votantes ya están expresando su preocupación.

El ministro de Economía, Scott Morrison, niega que los australianos chinos se sientan ofendidos por las afirmaciones de la Coalición de que China está interfiriendo en la política australiana, y por el contrario asegura que ellos serían críticos de cualquiera que traicionara a su país (Australia).

En el programa Hora 13 de Radio SBS, el académico de la Universidad de Melbourne, Adrian Hearn, quien ha hecho varios trabajos de investigación sobre China y la geopolítica, opinó respecto a la forma en que Australia está enfrentando esta situación con China. (Escucha el podcast arriba).


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