Uso de mascarillas por rebrote en Melbourne, un reto para las personas vulnerables e inmigrantes

El uso obligatorio de mascarillas en Melbourne y el municipio rural de Mitchell, a más de 70 kilómetros de la capital De Victoria, supone un reto para los grupos vulnerables y las comunidades de inmigrantes.

A man wears a mask on a tram travelling down Bourke street in Melbourne.

A man wears a mask on a tram travelling down Bourke street in Melbourne. Source: AAP

La orden de llevar mascarillas en la ciudad de Melbourne y el municipio de Mitchell está lejos de ser simple para las personas vulnerables y muchos inmigrantes ya sea por la falta de acceso a ellas, la imposibilidad de confeccionarlas, así como el obstáculo que representa en la comunicación.

El gobierno de Victoria decretó que las personas del área metropolitana de Melbourne y Mitchell deberán llevar las mascarillas a partir del 22 de julio a las 22.59 pm, de lo contrario serán multados con $200.

Por ello, algunas organizaciones han pedido que tengan discreción antes de repartir las multas y han recomendado que se repartan mascarillas a las personas que no pueden obedecer la orden sanitaria. 


Puntos destacados:

  • El gobierno de Victoria decretó que las personas del área metropolitana de Melbourne y Mitchell deberán llevar las mascarillas a partir del 22 de julio a las 22.59 pm, de lo contrario serán multados con $200.
  • La directora ejecutiva del grupo de defensa del autismo Amaze, Fiona Sharkie, comentó que algunas personas con esta condición tendrían dificultades para usar mascarillas o cubiertas faciales, particularmente aquellas con sensibilidades sensoriales relacionadas o desafíos de comunicación.
  • "Muchas personas vulnerables de la comunidad no están en condiciones de ver las noticias todo el día, y puede que no se den cuenta de que llevar una mascarilla es un nuevo requisito. La mayoría tendrá dificultades para pagar las mascarillas y no estará en condiciones de fabricarlas", comentó la directora general del Consejo de Personas sin Hogar, Jenny Smith.

 

La directora general del Consejo de Personas sin Hogar, Jenny Smith, dijo que comprar una mascarilla y usarla no era sencillo para todos.

"Muchas personas vulnerables de la comunidad no están en condiciones de ver las noticias todo el día, y puede que no se den cuenta de que llevar una mascarilla es un nuevo requisito. La mayoría tendrá dificultades para pagar las mascarillas y no estará en condiciones de fabricarlas", explicó.

Smith recomendó que en lugar de imponer multas, la policía debería poder ofrecer mascarillas a quienes no conocen el requisito o no pueden comprar una.

Por su lado, la directora ejecutiva del grupo de defensa del autismo Amaze, Fiona Sharkie, comentó que algunas personas con esta condición tendrían dificultades para usar mascarillas o cubiertas faciales, particularmente aquellas con sensibilidades sensoriales relacionadas o desafíos de comunicación.

"Usar mascarillas cuando salimos de nuestras casas es un gran cambio para todos, pero nuestra comunidad está comprometida a trabajar juntos para poner nuestro granito de arena en tratar de limitar la propagación del coronavirus", manifestó Sharkie.

A su turno, el director ejecutivo del Centro de Recursos para Solicitantes de Asilo, Kon Karapanagiotidis, dijo que aunque apoyaba el llamamiento a favor de las mascarillas obligatorias, había más ansiedad en la comunidad de refugiados.

"Lo que nos preocupa con la obligatoriedad de las mascarillas es que van a ver a muchas personas vulnerables que no salen de casa para recibir servicios esenciales, porque no tienen los medios", dijo a la AAP.

"Las comunidades multiculturales ya se enfrentan a una desigualdad masiva en lo que respecta al acceso a los conocimientos sobre salud, una desigualdad masiva en lo que respecta a cosas como el equipo de protección personal, que es un lujo al que se puede acceder incluso".

El director ejecutivo de Launch Housing, Bevan Warner, dijo el lunes a AAP que habían comenzado a almacenar mascarillas para las personas sin hogar, y señaló que la nueva norma revelaba cuán vulnerables eran algunos grupos.

"En cierto sentido, la mascarilla es una distracción puntual respecto a su exposición real al riesgo, que es que es imposible aislarse genuinamente o vivir una vida productiva y digna sin un hogar", recalcó.

Karapanagiotidis subrayó que las organizaciones de beneficencia estaban en primera línea para ayudar a las comunidades desfavorecidas durante la pandemia y que era necesario hacer más para apoyarlas a ellas y a las personas a las que ayudan. 


 

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Published 21 July 2020 7:44am
Source: SBS News

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