Samantha Azzopardi, quien robó un bebé y se vistió de colegiala para poder hacerse pasar por una adolescente embarazada, podrá solicitar inmediatamente la libertad condicional por el tiempo que ya ha cumplido en prisión.
La mujer de 32 años, quien usó múltiples identidades, tiene que cumplir al menos 12 meses tras las rejas, pero podría pedir inmediatamente a la Junta de Libertad Condicional de Adultos de Victoria que la ponga en libertad porque ya ha pasado 574 días en prisión preventiva..
La juez del tribunal de Magistrados de Melbourne Johanna Metcalf dijo al condenarla el viernes pasado que el motivo del "extraño crimen" sigue sin estar claro.
Puntos destacados:
- Samantha Azzopardi fue condenada por el Tribunal de Magistrados de Melbourne. a dos años de prisión, aunque podrá salir pronto en libertad condicional.
- La mujer de Sídney de 32 años fingió sus calificaciones para conseguir un trabajo como niñera interna y haber llevado a sus dos hijos pequeños por el estado de Victoria sin permiso.
- La mujer, de 32 años, utilizaba nombres falsos y otras mentiras elaboradas para ganarse la confianza de la gente
- Azzopardi, que según un psiquiatra padece un "severo trastorno de la personalidad", se encuentra actualmente sin hogar.
Los documentos judiciales revelan que Azzopardi tejió una compleja red de mentiras para cubrir sus huellas.
Azzopardi fue condenada en el Tribunal de Magistrados de Melbourne por una serie de cargos de fraude y robo de niños, incluyendo un incidente en la ciudad regional victoriana de Bendigo ocurrido en noviembre de 2019 cuando la mujer se vistió de colegiala con un niño de cuatro años y un bebé de 10 meses.
Estos niños pertenecían a una pareja francesa a quien engañó diciéndoles que era una niñera estadounidense.
En Bendigo le dijo al personal de una clínica de salud mental que tenía 14 años y que estaba embarazada, pero un trabajador la reconoció y llamó a la policía, lo que permitió su detención.
Un historial de engaños
Emily Peet, Lindsay Coughlin, Dakota Johnson, Georgia McAuliffe, Harper Hernández, Harper Hart. Detrás de todos estos nombres -y de muchos más- había una sola mujer: la estafadora en serie Azzopardi, de 32 años, de Sidney. A lo largo de la última década, ha sido sorprendida con nombres falsos en Irlanda, Canadá y varios estados de su país, según reporta la cadena BBC.
La cadena británica señaló que anteriormente Azzopardi se ha hecho pasar por una víctima del tráfico sexual, además de haber dicho que pertenece a la realeza sueca y haber sido una gimnasta rusa cuya familia entera murió en un incidente de asesinato-suicidio.
Sus delitos comenzaron en 2018 cuando el jugador del campeonato de la NBL Tom Jervis y su esposa Jazze la contrataron como au pair, pensando que era una chica estadounidense de 17 años llamada Harper Hernández.
Tras recibir una referencia falsa, Azzopardi comenzó a vivir con la pareja y a cuidar de su hijo antes de trasladarse posteriormente con ellos de Brisbane a Melbourne.
