Presunto violador en serie en Camberra: ¿Encubrimiento y cultura laboral tóxica en el Parlamento australiano?

Tres presuntas violaciones y un tocamiento indebido han sido atribuidos a un solo exasesor del Partido Liberal del primer ministro australiano, Scott Morrison. Este empleado de Camberra fue despedido tras conocerse la primera denuncia, pero varios sectores de la sociedad civil y las políticas de Australia se preguntan si el gobierno encubrió los delitos.

Prime Minister Scott Morrison at a press conference to answer sexual assault allegations made by staffer Brittany Higgins.

Prime Minister Scott Morrison at a press conference to answer sexual assault allegations made by staffer Brittany Higgins. Source: AAP

Desde que la semana pasada Brittany Higgins denunció que fue presuntamente violada por un entonces asesor del Partido Liberal en el Parlamento de Camberra en 2019, otras dos mujeres han dado un paso adelante para hacer público presuntas violaciones y otra tocamientos indebidos entre los años 2016 y 2020 perpetrados por este mismo hombre.

El presunto violador fue despedido de su puesto y se ha dado paso a investigaciones de estos incidentes que han sucedido en el corazón del Parlamento y bajo las narices del primer ministro australiano, Scott Morrison, quien asegura haberse enterado recientemente de las denuncias.

Tras conocerse las cuatro denuncias, que parecen ser la punta del iceberg de una cultura tóxica en Camberra, la legisladora laborista Michelle Rowland, dijo que éstas eran “profundamente perturbadoras”, al agregar en declaraciones a la cadena Sky News que “parece que hay un presunto violador en serie suelto en el ala ministerial del Parlamento”.


Puntos destacados:

  • Brittanny Higgins y otras tres mujeres denunciaron haber sido víctimas de violación o tocamientos indebidos por un exasesor del Partido Liberal australiano entre 2'016 y 2020.
  • El gobierno intenta cambiar la cultura laboral tóxica, mientras que Scott Morrison respaldó la creación de un organismo externo para gestionar quejas en el futuro sobre acoso y agresión en Camberra y ordenó cuatro investigaciones sobre los hechos.
  • Solo el 13 por ciento de las mujeres que han sido víctimas de un asalto sexual han denunciado el hecho a la Policía en Australia. 

 

 En respuesta a las acusaciones de Higgins, el primer ministro Scott Morrison también ha iniciado cuatro investigaciones que principalmente se centrarán en un nuevo código de conducta para los diputados de la Coalición, en un mecanismo que permita al personal presentar quejas al exterior y en la cultura de trabajo del Parlamento en general.

Según un reciente artículo de Crickey, todas estas investigaciones “parecen haber estar diseñadas para abordar todo excepto las preguntas graves referidas a lo que pasó con ella y cómo fue gestionado...pero sobre todo, por qué Higgins sintió la disyuntiva de reportar la violación a la policía o mantener su empleo?

¿Morrison lidera una cultura de encubrimiento?

El Partido Laborista Australiano y otros políticos de la oposición han acusado a Morrison de liderar una cultura en el Parlamento de “no preguntar y no decir nada” o de encubrir estos presuntos delitos, en un contexto en que el gobierno australiano intenta cambiar el ambiente laboral tóxico bajo la premura de cambiar las regulaciones sobre el comportamiento de los empleados del Parlamento de Camberra para proteger a las personas más vulnerables.

La líder de la oposición en el Senado, Penny Wong, dijo el lunes que las palabras comprensivas de Morrison "suenan vacías" , al acusar en una sesión el lunes en la Cámara Alta a Morrison de liderar un gobierno en el que “la cultura es no preguntar, no decir cuando se trata de acusaciones criminales graves, y en el peor de los casos, el propio señor Morrison es parte del encubrimiento".

"El Sr. Morrison es posiblemente la persona más poderosa del país... sus acciones e inacciones conforman la cultura. (Él) dijo que estaba enfadado porque le habían dejado en la oscuridad, pero no ha habido consecuencias para aquellos que, según él, le dejaron en la oscuridad".

Por su lado, el ministro de Economía y encargado de crear un grupo independiente y multipartidario para abordar estas denuncias, Simon Birmingham, dice que las nuevas acusaciones de agresión sexual del empleado pesan "mucho, mucho" sobre él.

Birminghan señaló que este fin de semana recibió el asesoramiento de la Comisaria de Discriminación Sexual, Kate Jenkins, y esta semana consultará a los diputados de todos los partidos y al personal.

Relaciones de poder y sexo en Camberra

El caso de Higgins ha generado una serie de preguntas respecto a la imposibilidad de las mujeres en el Parlamento de denunciar agresiones sexuales por el temor a perder sus empleos,

Además, la pareja de Higgins, David Sharaz, se vio obligado a dejar su puesto de trabajo en Canberra , según publicó este martes en una Exclusiva en diario The Guardian Australia, que apunta que esta dimisión pone de manifiesto “es una señal de cómo funciona la dinámica del Parlamento para desalentar a las mujeres de denunciar abusos sexuales”.

Pero los casos de las relaciones sexuales consentidas o forzadas entre un hombre con poder y una mujer subordinada parecen abundar en los pasillos de Camberra: el año pasado el programa Four Corners de la ABC denunció la conducta del ministro Alan Tudge y el fiscal general Christian Porter frente a sus empleadas.

En años anteriores el entonces líder del Partido Nacional Barnaby Joyce perdió su liderazgo tras conocerse su relación extramatrimonial con su asesora de prensa. El acento de los cuestionamientos no fue la traición a su entonces esposa sino el supuesto aprovechamiento de una relación de poder con su empleada, quien después fue trasladada a otra oficina del Parlamento.

En un discurso de 2019 sobre el "problema de las mujeres" del Partido Liberal, el ex primer ministro Malcolm Turnbull admitió que era necesaria una reforma para reclutar más mujeres.

Al mismo tiempo, anticipó que los movimientos hacia las cuotas se verían dificultados por la reacción de las bases de los miembros del Partido Liberal.

Privilegios masculinos en la política y la construcción

Una investigación de Louise Chappell y Natalie Galea, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW, siglas en inglés) publicada en la revista The Conversation revela que uno de los principales obstáculos en la lucha contra estos abusos en la política y el sector de la construcción es el privilegio masculino, que actúa como una barrera para la atracción, retención y progreso de las mujeres.

Según las investigadoras esto se refleja en una cultura de la negación, que en la política en particular suele adoptar la forma de “hacerse de la vista gorda”, lo que obliga a las mujeres a abandonar sus puestos de trabajo, afianzando aún más a quienes están en el poder y no se toman en serio estos asuntos.

También indican que existe una percepción de que las normas son neutrales desde el punto de vista de género y se aplican objetivamente, lo que impide su cuestionamiento.

“El hecho de que no existan normas ni sanciones codificadas en el parlamento para abordar el acoso y la agresión sexual es sólo un ejemplo de cómo funciona esto. Ambas profesiones se basan en las expectativas de los hombres y en la idea de que sus experiencias son universales”, agregan en su artículo.



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Published 23 February 2021 8:56am
By SBS SPANISH
Source: SBS Spanish

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