Puntos destacados:
- Una inversión de $234 millones está prevista en el presupuesto que se presentará este mes para abordar el problema del vapeo entre los adolescentes australianos.
- Se esperan regulaciones más estrictas en la importación y empaque de cigarrillos electrónicos.
- Se lanzará una campaña de salud pública de $63 millones para disuadir a los australianos de utilizar estos productos.
En un intento por prevenir que las próximas generaciones se vuelvan "adictas a la nicotina" y a fin de acabar con el problema de comportamiento "número uno" entre los adolescentes de este país, el gobierno australiano lanzará una importante campaña de salud pública para tomar medidas enérgicas contra el vapeo.
El ministro de Salud, Mark Butler, anunciará un aumento de $234 millones en el presupuesto que será presentado este mes, con el objetivo de lograr una regulación más estricta de los cigarrillos electrónicos, incluidos nuevos controles sobre su importación y empaque.
El gobierno trabajará con los estados y territorios para prohibir la venta de estos productos en tiendas minoristas y de conveniencia, al tiempo que facilitará la obtención de recetas para uso terapéutico.
Para hacer frente al creciente mercado negro, el gobierno aumentará los estándares de los productos para vaporizadores, incluso mediante la restricción de sabores y colores.
Se requerirán empaques similares a los farmacéuticos, y habrá una reducción en las concentraciones y volúmenes de nicotina permitidos.
En un discurso en el National Press Club, se espera que Butler detalle la escala del problema de salud pública, donde se sabe que hay niños menores de cuatro años que han sido reportados a las líneas de ayuda por envenenamiento después de que usaron un vapeador.
"Este es un producto dirigido a nuestros niños que se vende junto con caramelos y barras de chocolate", afirmará Butler.
"Vapear se ha convertido en el problema de comportamiento número uno en las escuelas secundarias y se está generalizando en las escuelas primarias”.
“Esto debe terminar”
Butler señalará que los logros obtenidos con tanto esfuerzo en la salud pública relacionados con la reducción del tabaquismo podrían desvanecerse por una "nueva amenaza".
"Los dispositivos electrónicos para vapear se vendieron a gobiernos y comunidades de todo el mundo como un producto terapéutico para ayudar a los fumadores a largo plazo a dejar de fumar".
Ministro Federal de Salud y Cuidado de Ancianos, Mark Butler. Source: AAP / AAP/LUKAS COCH
Butler dirá que "Big Tobacco" ha envuelto otro producto adictivo en un empaque atractivo y ha agregado sabores para crear una "nueva generación de adictos a la nicotina".
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Para hacer frente a esto será lanzada una campaña de salud pública de $63 millones de dólares para disuadir a los australianos de empezar a vapear y animarlos a dejar de hacerlo.
Los programas de apoyo que ayudan a los australianos a dejar el hábito se verán reforzados con una inversión de $30 millones. Mientras que entre los profesionales de la salud se fortalecerá la educación sobre el abandono del hábito de fumar y la nicotina.
Source: Pixabay
Una investigación encontró que a cuatro de cada cinco adolescentes encuestados, de entre 15 y 17 años, les resultó fácil o relativamente fácil comprar vaporizadores en las tiendas minoristas.
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