Estudiantes internacionales atrapados en círculo vicioso con plataformas reparto de comida, según hispano

Los estudiantes internacionales se encuentran atrapados en una especie de “círculo vicioso” al trabajar para las plataformas de reparto de comida como UberEATS, Deliveroo y Foodora, porque aceptan bajos sueldos y malas condiciones de trabajo a cambio de la flexibilidad de los horarios y crean una dinámica de la cual les es difícil salir, comenta a SBS Spanish, “Felipe”, un colombiano con unos cinco años de experiencia en este oficio.

deliveroo

Source: The Feed

Trabajar como repartidor o “rider” para las plataformas de comida rápida como UberEats y Deliveroo, supone muchas ventajas para muchas personas, entre ellos los inmigrantes y estudiantes internacionales, que necesitan una flexibilidad en los horarios que no dan otros empleos y un dinero extra, contando con que se gana alrededor de diez dólares por cada reparto que se hace mientras se está conectado a una aplicación que les asigna los trabajos. 

“A mí me parece muy interesante el tema de la flexibilidad, tengo compañeros que son estudiantes universitarios y de maestrías y que por diversas razones no encuentran trabajo en su campo y esto les saca de apuros a uno inmediatamente. O sea, uno se conecta y al menos una orden va a hacer. A veces es un poquito más bajo el pago, pero otras veces puede ser más de lo legal y a uno lo saca de apuros, con inglés o sin inglés”, según explica a SBS Felipe (no es su nombre real), un colombiano que trabajó más de cinco años como repartidor.
Pero estas nuevas formas de economía colaborativa, que además permiten una rápida inserción al puesto de trabajo, presenta aspectos negativos, como los bajos sueldos, ausencia de beneficios y de aportes a los fondos de jubilación, conocidos como los “Superannuation”. Tampoco suelen ofrecer coberturas de seguros contra accidentes.

“´Es como un círculo vicioso, la empresa no paga bien, pero (los repartidores) siguen haciéndolo porque es conveniente y (las empresas) siguen manteniendo esa conveniencia dando un pago no legal. Allí hay un círculo vicioso entre los estudiantes y las empresas de la llamada 'gig economy'”, opinó Felipe.

Foodora quit Australia in August.
Source: AAP


 Este exrepartidor de comida, que desde hace un año dejó este oficio por “motivos personales”, comentó que para “muchas personas que necesitan trabajar rápidamente” el afiliarse a estas plataformas “es una opción fácil” y permite cierta flexibilidad en los horario de trabajo a cambio de una paga por los servicios que se ofrece como contratista que, tras el descuento de los impuestos y los gastos en los que se incurre por el mantenimiento del vehículo y seguros, se sitúa por debajo del sueldo mínimo legal.

 “Uno de puede ganar 20 o 18 horas la hora, pero otras veces los estudiantes o las mismas empresas no analizan a futuro cuando a uno le toca pagar los impuestos. A esos 20 o 18 dólares la hora se le va quitando todo lo invertido. Si uno es consciente o paga su seguro es aún más (lo que se descuenta) y queda como 15 dólares, y es peor si uno tiene moto y tiene que pagar gasolina. También están las reparaciones”, dijo.

 “Entonces uno puede hacer 18 dólares, pero ese dinero lo tienes que pagar. Entonces siempre termina siendo menos de lo que es legal, menos del mínimo y no hay vacaciones, prebendas o beneficios”, acotó Felipe al referirse al dinero que se gana en los repartos.
Las empresas de reparto de comida rápida se asocian con un repartidor, que trabaja como contratista, a través de una aplicación a la que se conecta a la espera de que se le asigne una entrega. El repartidor gana por cada entrega una determinada cantidad, de acuerdo a la distancia que recorre, y la empresa también gana un porcentaje por cada encargo.

 Muchas empresas han sido criticadas no solo en Australia sino a nivel mundial por los pagos y por la relación laboral que establecen, dado que muchos expertos legales consideran que los repartidores son empleados y tienen derecho a beneficios laborales. Las críticas más duras es que estas empresas explotan a sus repartidores y por eso se pide modificaciones legales para protegerlos.

 Otro de los aspectos más cuestionados en este trabajo, relata Felipe, es el de los seguros, ya que en principio el repartidor debe tener un seguro integral contra accidentes, mientras que aquellos que son proporcionados por las empresas de reparto solamente cubren cuando el repartidor está en plena entrega y no cuando está conectado o cuando retorna a su punto de origen.
Deliveroo amenaza con despedir trabajadores luego de perder sus contratos reportó ABC.
Deliveroo's riders demonstrate after the announcement of social status changes from salaried employee to self-employed at the end of the month in Paris. Source: AAP
Los accidentes de estos repartidores son frecuentes, tal y como lo revela una encuesta del Sindicato de Trabajadores del Transporte, un 50 por ciento de los 160 repartidores que consultó había sido herido durante su trabajo o conoce a alguien que resultó herido en esas condiciones. Muchas veces estos repartidores sufren accidentes con las puertas de los coches que se abren o son arrollados por los taxis.

 Los repartidores pueden acceder a seguros específicos, pero ellos mismos tienen que cubrir sus gastos y también sus fondos de jubilación. Los costes son más altos en el caso de los repartidores motorizados dado que tienen que considerar seguros que cubran daños a sus vehículos y a terceros, además de los seguros obligatorios.
Las empresas se defienden de los reclamos. Por ejemplo en marzo de 2018 Deliveroo dijo a SBS que “la seguridad de los repartidores es absolutamente crítica para nuestros negocios. Por eso les damos WorkCover (seguro laboral) a todos los trabajadores, al margen del tipo de vehículo o titularidad y lo hemos hecho desde que comenzamos a operar en Australia. Esto está disponible para apoyarlos si tienen un accidente durante sus entregas”.

An advertisement seeking drivers for UberEATS on a motorbike in
An advertisement seeking drivers for UberEATS on a motorbike in Source: AAP


 Según Felipe “Uno tiene que demostrar que se está haciendo una orden exactamente en ese momento, que iba a recoger, y los seguros cubren una parte pequeña, pero no siempre. Es difícil. A uno le toca estar contactando (a la empresa) y la primera respuesta va a ser no y usted es contratista y si aceptan (el reclamo) después a uno le dicen que van a contactar a un abogado o algo así”.

 “Lo he escuchado de gente que tuvo un accidente mientras trabajaban y les tocó difícil para que reconocieran eso. Perdían dinero mientras no estaban trabajando y tuvieron que pagas sus gastos médicos”, precisó el colombiano residente en Melbourne.

 Al analizar su experiencia como repartidor, Felipe quiere que estas empresas garanticen a los repartidores un mínimo de dinero por hora, un seguro contra accidentes que cubra además el tiempo de conexión y que se den aportes a los fondos de jubilación y otros beneficios para los trabajadores que llevan mucho tiempo con la empresa.

 En Australia, estas generan unos 2.600 millones de dólares en una dinámica cada vez más creciente ya que un tercio de los adultos de las grandes ciudades utilizan estos servicios en el país


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Published 25 April 2019 9:34am
Updated 12 August 2022 3:34pm
By R.O., Claudio Vasquez
Source: SBS Spanish


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