El Parlamento australiano entregará el martes un documento dado cuenta de manera formal sobre los incidentes de intimidación, acoso y agresión sexual ocurridos en el pasado dentro de sus instalaciones con el fin de reconocer a aquellas personas que han sido víctimas de estos actos.
El reconocimiento en ambas cámaras del Legislativo responde a la primera recomendación de la investigación sobre la cultura laboral realizada por la Comisaria de Discriminación Sexual, Kate Jenkins.
El informe de esta investigación reveló en diciembre del año pasado que una de cada tres personas que trabajan en el Parlamento australiano ha experimentado algún tipo de acoso sexual durante su jornada laboral.
Puntos destacados:
- El Parlamento australiano entregará el martes un documento dado cuenta de manera formal sobre los incidentes de intimidación, acoso y agresión sexual ocurridos en el pasado dentro de sus instalaciones con el fin de reconocer a aquellas personas que han sido víctimas de estos actos en respuesta al informe Jenkins.
- El informe Jenkins fue ordenado tras las denuncias de la ex empleada liberal Brittany Higgins, quien denunció que fue violada por un excompañero en 2019 en una de las oficinas del Parlamento.
- El informe Jenkins formuló una serie de recomendaciones, entre ellas, un llamado para que se reconozca ante el parlamento la "intimidación, el acoso y la agresión sexual en los lugares de trabajo del Parlamento australiano” y una declaración de compromiso colectivo para “actuar ante denuncias y asumir responsabilidad de los abusos".
Pese a este paso, la ex empleada liberal Brittany Higgins, quien denunció que fue violada por un excompañero en 2019 en una de las oficinas del Parlamento, quedó inicialmente fuera de la lista de invitados para el histórico reconocimiento del martes.
Después, las autoridades australianas le ofrecieron a Higgins, cuya denuncia de violación el año pasado motivó que se ordenara la investigación, la opción de formar parte de un pequeño grupo que acuda al Parlamento para presenciar este acto.
El primer ministro, Scott Morrison, reflexionó sobre el reconocimiento mientras asistía a un servicio religioso en Canberra el martes por la mañana, coincidiendo con la reanudación de las sesiones en el Parlamento.
"Ha sido un trayecto difícil y muy importante, en el que nuestro gobierno y el Parlamento se han comprometido, no como una cuestión política, sino como un objetivo y propósito compartido", dijo el mandatario, quien el año pasado fue criticado después de decir que entendió la magnitud de la denuncia de Higgins tras hablar con su esposa Jenny y darse cuenta de que le podría pasar a sus hijas.
"Espero que esto avance hoy", precisó.
La legislatura parlamentaria de este año comenzará en la Cámara de Representantes y en el Senado a mediodía, con el reconocimiento formal referido a los abusos sexuales dentro de sus instalaciones como primer punto del orden del día.
El Parlamento de Camberra, que siempre se ha enorgullecido de ser una institución abierta y democrática con una tribuna pública, está actualmente cerrado a los visitantes como medida pandémica.
El Presidente de la Cámara de Representantes y el Presidente del Senado pronunciarán las declaraciones, a las que seguirán el primer ministro y otros líderes de los partidos.
La improtancia de reconocer públicamente
El informe Jenkins destaca por qué es importante una declaración de reconocimiento sobre los abusos y el impacto en las víctimas.
"Un reconocimiento del impacto de la mala conducta es crucial para validar la experiencia de las personas que han sido objeto de daños bajo la vigilancia de los líderes en los CPW (siglas en inglés de lugares de trabajo del Parlamento Australiano)", según reza el informe.
La diputada independiente Zali Steggall dijo que el reconocimiento marcaba un primer paso "crucial" hacia el reconocimiento de las experiencias de quienes habían participado en la investigación,
"Lo que es realmente importante de esta declaración es decir a todos los participantes en la investigación, a todos los que han liderado esta conversación, que os hemos escuchado y que estamos actuando", dijo a la ABC.
De acuerdo al informe, más de la mitad (51%) de todas las personas que participaron en la revisión experimentaron al menos un incidente de intimidación, acoso sexual o agresión sexual real o intencional.
Entre las mujeres que sufren acoso sexual en el sitio laboral la tasa fue más alta (40 por ciento) en comparación con los hombres (26 por ciento).
Solo el 11% de las personas afectadas, es decir, una de cada diez, denunció su experiencia de acoso sexual.
Por su lado, la ex empleada liberal Rachelle Miller, que ha denunciado haber sufrido acoso durante su estancia en el Parlamento, también ha confirmado que está invitada a asistir al acto.
Miller ha descrito una relación entre ambos como definida por un "importante desequilibrio de poder", que según ella había sido "emocionalmente y en una ocasión físicamente abusiva".
"El Gobierno también tiene la intención de introducir en el Parlamento los cambios legislativos recomendados por el Informe Jenkins para confirmar que la Ley de Trabajo Justo de 2009, la Ley de Discriminación por Edad de 2004 y la Ley de Discriminación por Discapacidad de 1992 se aplican a las personas empleadas en virtud de la Ley del Personal del Parlamento (Ley MOP(S))", dijo en un comunicado.
"También confirmará que la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo de 2011 se aplica a un diputado o senador en su papel de empleador de personal contratado en virtud de la Ley MOP(S)".
