COVID-19 le resta 500 empleos a la Universidad de NSW y debilita la educación australiana

La crisis de la COVID-19 ha golpeado duramente a las universidades internacionales, que viven principalmente de las matrículas de los estudiantes internacionales y que en su mayoría no tienen acceso a los subsidios de JobKeeper. La UNSW es una de las recientes víctimas: recortará unos 500 puestos de trabajo y fusionará facultades

Students enter the University of New South Wales (UNSW) in Sydney.

Students enter the University of New South Wales (UNSW) in Sydney. Source: AAP

La Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW, siglas en inglés) recortará 493 empleos y fusionará facultades por la caída en las matrículas de los estudiantes internacionales, la exclusión de la mayoría de las universidades en el programa de subsidios JobKeeper y un cambio en los planes de financiación gubernamental a raíz del impacto de la pandemia de COVID-19.

El impacto de la crisis ha motivado el recorte de los puestos de trabajo y la fusión de las facultades se han adoptado como medidas para hacer frente a un orificio de $370 millones de dólares en el presupuesto de la UNSW del próximo año.

Las pérdidas de estos puestos de trabajo representan alrededor del 7,5% del personal universitario a tiempo completo. La UNSW también tiene 115 empleados ocasionales menos que en enero de este año, antes de la crisis del coronavirus.



Puntos destacados:

  • La UNSW recortará 493 empleos, según una reunión a puerta cerrada.
  • La medida se adopta por ls caída en las matrículas de los estudiantes internacionales, la exclusión de la mayoría de las universidades en el programa de subsidios JobKeeper y un cambio en los planes de financiación gubernamental.
  • Unos 600 despidos se han anunciado en diversas universidades australianas.

 

El miércoles por la tarde, el vicerrector de la UNSW, Ian Jacobs, dijo a sus empleados, en una reunión a puerta cerrada, que la universidad se enfrenta actualmente a un déficit financiero de $370 millones en 2021, que puede reducirse a $75 millones con la reducción de costes y la disminución de las reservas, pero aún así tendrá que reducir su plantilla en 493 puestos a tiempo completo.

La UNSW se reestructurará en seis facultades, combinando la facultad de construcción ambiental, arte y diseño con las de artes y ciencias sociales. La universidad también seleccionará a sus dirigentes, mientras que los cargos de dos decanos y dos vicepresidentes serán eliminados, de acuerdo al diario Thhe Guardian Australia.

"Esta es una realidad dolorosa pero inevitable en las circunstancias actuales", expresó Jacobs, al agregar que “para minimizar la necesidad de la pérdida obligatoria de puestos de trabajo, se ofrecerá un programa de despido voluntario, que comenzará inmediatamente."

Jacobs señaló que aunque existe un fondo de transición para suavizar el golpe de los cambios de financiación de los cursos durante 2021-23, la universidad "debe prepararse para los impactos a largo plazo".
Photo taken on Oct. 3, 2017, shows students attending a Japanese language class at the University of Melbourne. (Kyodo)==Kyodo
Photo taken on Oct. 3, 2017, shows students attending a Japanese language class at the University of Melbourne. (Kyodo)==Kyodo Source: AAP

Recortes en otras universidades

El portal de The World Universities Ranking publicó a mediados del mes pasado en varias universidades australianas se había pedido recortes o congelaciones de salarios, que fueron rechazados, mientras que en otra se preparaba la eliminación de cien puestos de trabajo. 

La Universidad de Wollongong había pedido a sus empleados que reconsideren la congelación de salarios, después de que casi dos tercios de los encuestados se opusieran a las propuestas de recortes salariales; mientras que en la Universidad de Tasmania (UTas) ha respaldado el plan del vicerrector Rufus Black en favor de renunciar a un aumento salarial programado y aplazar otros aumentos de sueldo.

Por otro lado, la Universidad de Southern Cross buscará el acuerdo del personal para posponer los aumentos de sueldo y recortar las horas de trabajo, aunque parece inevitable que la Universidad Charles Sturt (CSU), recorte más de cien puestos y la interrupción de más de 600 asignaturas debido a que la pandemia ha exacerbado un déficit presupuestario previsto.".

Tras conocer el anuncio de la UNSW, l Sindicato de la Comunidad y el Sector Público, que representa al personal no académico, expresó su indignación por los recortes. Su secretario adjunto de NSW, Troy Wright, dijo que "el sector de la educación superior de Australia se encuentra en una situación peligrosa - necesitamos que haya personal en nuestras universidades ahora, y luego necesitamos un replanteamiento fundamental del sistema de educación superior".

El Sindicato Nacional de Educación Terciaria culpó al fracaso del Gobierno en la extensión de JobKeeper al sector universitario por la pérdida de puestos de trabajo.
International students
Source: AAP

Decisiones políticas frente a la COVID-19

Aunque el cierre de las fronteras internacionales para evitar la propagación de la COVID-19 es el principal motivo de la medida, la UNSW también culpó al gobierno de Scott Morrison por la "exclusión de los trabajadores" en el programa Jobkeeper, así como la reforma no legislado de la educación superior.

Las universidades australianas se enfrentan a un agujero negro de $16,000 millones provocado por la COVID-19 debido a una disminución masiva del número de estudiantes internacionales.

Las universidades australianas funcionan con un modelo empresarial al punto de que se han convertido en el cuarto sector exportador después del carbón, el hierro y el gas. Solamente en el año fiscal pasado la educación aportó unos $36,000 millones a la economía nacional. 

En abril pasado, el ministro de Educación, Dan Tehan, anunció un paquete de apoyo que incluía una garantía de $18,000 millones de financiación universitaria proyectada y $100 millones de alivio de las tasas en las matrículas para el sector.

Entonces, las universidades acogieron el paquete como un primer paso para ayudarlas en la crisis, pero advirtieron que no sería suficiente para evitar la reducción de unos 21,000 puestos de trabajo en los próximos seis meses en el tercer sector de exportación que es el más importante de Australia, después del carbón, hierro y gas.

Entonces, la portavoz de los laboristas, Tanya Plibersek, dijo que el gobierno "parece decidido a no hacer nada mientras las universidades sufren grandes pérdidas de puestos de trabajo y cierres de campus".

En junio pasado, Tehan anunció una serie de cambios al esquema de financiación de las universidades, que no han sido aún aprobados, con el fin de alentar carreras en profesiones esenciales para la reactivación de la economía a través de reducciones en las matrículas, que contrastan con el aumento de otras carreras de humanidades.
Para el vicerrector de laUNSW, siglas en inglés, Ian Jacobs, una disminución de las contribuciones tanto del gobierno como de los estudiantes a los títulos de ciencias e ingeniería dejaría "una carga de unos $5.000 por estudiante y año que las universidades tendrían que absorber".

Jacobs dijo que la financiación gubernamental como proporción de los presupuestos universitarios había disminuido del 95% en el decenio de 1970 a alrededor del 35% en la actualidad, lo que había llevado al sector a buscar otras oportunidades de financiación, incluida la atracción de estudiantes internacionales.

Pero el vicerrector de la UNSW añadió en ese correo electrónico enviado al personal en junio pasado que: "Si la financiación por estudiante disminuye al mismo tiempo que se limita la financiación gubernamental para la investigación, la calidad de la educación y la investigación universitarias en Australia estará en peligro".

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Published 16 July 2020 8:28am

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