Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos pagarán el precio de sus "actos equivocados", tras decidir no enviar delegaciones gubernamentales a los Juegos Olímpicos de Invierno de febrero en Pekín, advirtió el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Estados Unidos fue el primero en anunciar un boicot, al decir el lunes que los funcionarios de su gobierno no asistirían a los Juegos por las "atrocidades" de China en materia de derechos humanos, semanas después de las conversaciones destinadas a aliviar la tensión entre las dos mayores economías del mundo.
"Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia han utilizado la plataforma de los Juegos Olímpicos para la manipulación política", dijo el jueves Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
"Tendrán que pagar el precio de sus actos erróneos", dijo Wenbin en una conferencia de prensa habitual.
A jogger runs by a street decoration for the Beijing 2022 Winter Olympics at National Olympic Sports Center on 24 November, 2021 in Beijing, China. Source: Getty
Las relaciones entre Pekín y Washington se deterioraron fuertemente bajo el mandato del anterior presidente estadounidense, Donald Trump, y la administración Biden ha mantenido la presión sobre China.
Los desacuerdos se han centrado en varias cuestiones, como el comercio, los orígenes del coronavirus y las reclamaciones marítimas de China en el Mar de China Meridional.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo anteriormente que su decisión de no enviar funcionarios a los Juegos se debió a sus esfuerzos por reabrir los canales diplomáticos con China para discutir los derechos humanos en la región de Xinjiang, en el extremo occidental del país, y a las medidas de China para bloquear las importaciones australianas.
China ha negado cualquier infracción en Xinjiang, hogar de la minoría musulmana uigur, y ha dicho que las acusaciones de abusos contra los derechos eran inventadas.
El miércoles, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una ley para prohibir las importaciones procedentes de Xinjiang por la preocupación que suscita el trabajo forzoso, una de las tres medidas respaldadas de forma abrumadora por Washington en su lucha contra el trato de Pekín a la comunidad uigur.
"China se opone firmemente", dijo Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio chino, refiriéndose a la medida estadounidense.
"Estados Unidos debe poner fin inmediatamente a su mala actuación. Tomaremos las medidas necesarias para salvaguardar con determinación los derechos e intereses legítimos de China", declaró en la rueda de prensa periódica.
Estados Unidos está practicando el unilateralismo, el proteccionismo y la intimidación a China en nombre de los "derechos humanos", dijo Gao.
La postura de Estados Unidos perjudicaría gravemente los intereses de las empresas y los consumidores de ambos países, agravaría las tensiones en la cadena de suministro mundial y pesaría en la recuperación económica global, advirtió.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos respaldó la "Ley de Prevención del Trabajo Forzoso de los Uigures" por un abrumador 428-1. Para que se convierta en ley, debe ser aprobada también por el Senado y firmada por el Presidente Joe Biden.
