El gobierno planea contratar a 1.000 trabajadores como personal adicional para ayudar a Centrelink a responder a las más de un millón de consultas telefónicas semanales que hacen los receptores de asistencia social.
El ministro de Servicios Humanos, Michael Keenan, ha dicho que los operadores adicionales "ayudarán a aliviar la carga en las líneas telefónicas ocupadas", especialmente durante los períodos de más entradas de llamadas que hacen más difícil la comunicación con los usuarios.
El nuevo personal tendrá su sede en Australia, pero será contratado por compañías privadas después de una prueba de seis meses de 250 operadores de servicios de llamadas empleados por Serco. Keenan explicó que los laboristas introdujeron este modelo de utilizar a proveedores privados de servicios de atención telefónica en la oficina de impuestos en 2008.
"No hay absolutamente ninguna razón por la cual el sector privado no pueda manejar estas llamadas", dijo a la radio ABC.
Pero la portavoz de servicios humanos de la oposición, Linda Burney, advierte que el gobierno simplemente está tapando un agujero y eventualmente se volverá a desbordar.
"Centrelink está absolutamente de rodillas", dijo a la radio ABC. "Lo que más le convendría al gobierno es hacer que el 42 por ciento del personal de Centrelink que es casual, sea convertido en permanente".
El ministro espera que más personas terminen utilizando los servicios en línea para recibir asistencia, pero ha dicho que mientras tanto el gobierno está impulsando su servicio telefónico.
"La gente que llama tendrá una experiencia mucho mejor", dijo Keenan.
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